Lula me
citó en un restaurante árabe, hablamos como siempre de nuestras cosas y cuando íbamos por los postres, va y me suelta el bombazo:
- Aquí mismo es donde Carlos me pidió matrimonio el martes ¡puedes creerlo!
Imagínatelo, los dos sentados en el suelo, igual que hoy, sobre la esterilla y
de repente me dice ¿te gustaría? y sonríe. Sin más abre un estuche y como sabe que odio
llevar anillos, me lo cuelga del cuello con una cadena…
- Vale,
ahórrame los detalles. Entonces ¿te casas? No le habrás dicho que sí ¿verdad?
- Y por qué no? Llevamos siete meses juntos. Nos casamos esta misma tarde. Creí que te alegrarías por mí, siempre me
dices que sea espontánea…
- Y me
alegro, solo que llevamos charlando 2 horas. Y ahora, de repente me sales con
estas. No sé, me lo podías haber dicho antes ¿no?
- A decir verdad, solo hablas tú y estás tan obsesionada con la cría de hipopótamo que ha nacido en el zoo – bosteza – que a ver quien te
hace callar…
- Me haces
sentir ridícula ¿lo sabes?
- No hace falta, lo haces muy bien solita. Mírate, con treinta años y
no sabes más que mariposear por ahí ¡lo dejas todo a medias!
- Estoy experimentando
explorando mi mente, abriéndome nuevas puertas… Mi vida no es ningún desastre
¿te enteras?
- No, si yo no digo nada. Solo que bueno, algunos van hacia adelante
y otros se topan con las aceras.
- Tú si que
te vas a pegar un morrazo con ese tipo, llevas los ojos vendados ¿o qué?
- Carlos es ideal para mí, como se nota que no lo conoces.
- Sé de él
lo suficiente, que un pijo bajito y un
mierda. Algo amanerado además. No sabes
donde te metes, Niña Perfecta.
Lula, muy
digna ella, lejos de desquitarse a base de improperios e insultos se puso en
pie y me arrojó encima el té moruno al más puro estilo de Hollywood. Solté un grito ¡quemaba! Ella agarró el bolso
y se marchó y yo me quedé ahí en el
suelo, chorreando y encogida como una medusa mustia que en la orilla trajo la
marea. En ese
momento un hombrecillo del servicio tímidamente apareció, pensé que me traía un
pañuelo o algo para secarme…
- Señorita, la cuenta
Lula se
había marchado pisando fuerte, clavando a cada paso como haría una diva sus
tacones de aguja y lo que es peor ¡sin
pagar la cuenta! La muy zorra… Y eso que sabe perfectamente que yo no me puedo
permitir muchos gastos. Lula tenía razón, mi vida no es más que un cúmulo de
despropósitos y me echo a llorar delante
del anciano Mustafa que rompió la factura y sonrió.
- Vaya al lavabo y arréglese un poco. Después todo irá a mejor, se lo aseguro.
Ya en el
servicio, me miré al espejo. Con el rimmel corrido y esa maldita hoja de hierbabuena… parecía
un pendón florido pasada la media noche.
Buscaba un secador eléctrico pero solo hallé una lámpara de aceite, de
esas forjadas en bronce y la cogí. Traté de encenderla con una
cerilla pero nada, asomé un ojo por la abertura por si quedaba aceite, la meneé
un poco a ver si…
- ¡A quién se le ocurre acercarme
al fuego! Menos mal que soy un profesional, que si no...
- Menudo
susto, creí que estaba sola ¿Quién anda por ahí?
La
lámpara de aceite desprendía un hilo de humo amarillo-anaranjado que pronto
enmoheció el espejo para luego inundar aquel rincón oriental en medio de un fantástico torbellino de bruma y colores...¡Socoooorro!
- ¿Y tú de
dónde sales?
- Pasaba por aquí y como pedías ayuda... pues nada, aquí estoy. A ver ¿qué te pasa?
- Sí, pero
tú no creo que puedas ayudarme
- A ver ¿y eso por qué? Soy muy apañao, ¡el McGuiver de los nuevos tiempos! Espera, no será por mi aspecto...
- No, qué
va. Bueno, sí, un poco. Así de primeras pareces tan grillao, me juego una birra a que no sabes ¡ni que día es
hoy!
- Ahora que lo dices… no lo sé ¡pero
puedo explicarlo!
- Perdona,
pero estás en el baño de chicas. No creo que sea ni el momento ni el lugar para
que me cuentes tu vida.
- Si estoy aquí, es por ti. Conmigo ¡te cambiará la vida!
- Créeme, no es
nada personal, pero ¿tú y yo? Lo dudo. Figúrate, 2 Lunáticos juntos...
- ¿Y si te digo que esa lámpara de
bronce es muy antigua y la trajeron de Bagdad?
- Muy
bonita ¿y qué más?
- Me presentaré formalmente, como indica el manual. Mi nombre completo es Mohamed Abdul Bihn-del Salat y te traigo los secretos de Las Mil y Una Noches.
- ¿Tragarme
yo semejante trola? Quizás te funcione con otras chicas, pero no
conmigo.
- Pide 3 deseos y acabamos con esto ¿te parece?
- Venga ya, entrarme a mí con ese cuento…
- Pide 3 deseos y acabamos con esto ¿te parece?
- Venga ya, entrarme a mí con ese cuento…
- Que es verdad, soy un genio,
llevo en el oficio cerca de ocho siglos y no te pases, que tenemos sindicato y conozco mis
derechos.
- No llevas
el pelo rapado ni tampoco perilla ¿dónde te dejaste el chaleco de lentejuelas? Mira
que he visto Aladín y tú como que no me cuadras con el rollo ese de la alfombra mágica.
- Vine por Ups correo-urgente, los tiempos cambian.
- Te miro ¿y
qué veo? A un rasta blanco y flaco, así como Macaco… Con el pelo moreno, rizado y unos
ojos divinos. ¿Cantas? ¿tocas la flauta? ¿haces malabarismos? ¿o te dió por los collares de
cuero? Ahora, en otoño, te iría mejor cerca del mar...
- Centrémonos, que eres una lianta. Tú solo prueba y pides 3 deseos ¡no pierdes nada!
- Centrémonos, que eres una lianta. Tú solo prueba y pides 3 deseos ¡no pierdes nada!
- Vale, lo
haré porque me caes bien y empiezo a encontrarle a esto un poco la gracia ¡pero no me
metas prisas! ¿eh? Mientras pienso me fumo un pitillo, que relaja y me aclarará
las ideas.
- Deja que pegue una caladita, que
hace 63 años que no fumo. Aaaaahh, qué
gusto, ya casi ni me acordaba… Y ahora ¡a lo qué estamos!
- Qué se cumpla tu deseo ¡¡¡Plblaash!!!
- ¿Dónde
estamos?
- En tu lujosa casa tropical,
vamos al porche. El Paraíso, siente el
sol, mira la playa…
- Uaaauh,
entonces es cierto que tú...
- Pues claro y ahora vamos con el segundo deseo, que ya que estamos aquí, antes de enclaustrarme otros veinte lustros dentro de esa maldita lámpara me gustaría darme un bañito. Me quedaría aquí para siempre... ¿te traigo a Lady Gaga?
- Pues claro y ahora vamos con el segundo deseo, que ya que estamos aquí, antes de enclaustrarme otros veinte lustros dentro de esa maldita lámpara me gustaría darme un bañito. Me quedaría aquí para siempre... ¿te traigo a Lady Gaga?
- No, no,
espera. Lo tengo. Segundo deseo: “Quiero 2 tíos bien buenorros, un pingüino y un mono”
- Lo de los
tiarrones lo comprendo ¿pero un pingüino y un mono? ¡no tiene ni pies ni cabeza! Mira que he escuchado
deseos raros… pues este es el más disparatado de todos.
- ¡Y a ti qué
más te da! Me enternecen los animales, son tan…
- Para un momento,
con este serían 3 deseos más, como ya
gastaste uno no me salen las cuentas.
- Es solo 1
deseo ¡porque lo he dicho del tirón!
- Vale. Allá
tú, pequeña déspota. Probemos ¡¡¡Plblaaash!!!
- No puede
ser… ¿Y estos 2 tíos feos?- que no contestan por encontrarse aún algo
aturdidos.
- Como
pediste todo a la vez, te han hecho un pack y te mandan un tío rechoncho vestido
de frack como un pingüino y otro flacucho enfundado en un mono ¡te quejarás…!
- Pues
claro que me quejo, por más que los miro no les veo el atractivo por ninguna
parte. Este tiene un aire a Mr.Bean y ese otro se parece a Mike Jagger. Menudo
panorama…
- Para
gustos…
- Por
cierto ¿Cómo he llegado hasta aquí? Si
yo me estaba casando con Lula…
- ¡Pero si
es Carlos!
- Y yo,
que estaba tan tranquilo en el taller
arreglando el motor de un Chebrolet del 57… ¿Qué hago con esta gente? Por
cierto, a mí esta chica no me dice…
- Pues a mí tampoco, no
me pone para nada. Fíjate que me suena su cara ¡y todo! pero no me interesa ni un poquito,
definitivamente no es mi tipo. En cambio tú… no sé si son las manchas de
grasa o es esa cremallera pero hay algo en ti que me resulta excitante.
- ¿Ves, Genio? Lo sabía, a Carlos le van los hombres - susurrando - Y entonces Lula...
- ¿Ves, Genio? Lo sabía, a Carlos le van los hombres - susurrando - Y entonces Lula...
- A ver,
chicos, centrémonos en Chari, que es muy maja. Se despierta contenta, siempre
esta alegre, se le ocurren ideas de lo más estrafalarias y sigue viviendo como si tal cosa… ¿no es encantadora?
- Mucho
sabes de mí… ¿Quién te dijo todo eso?
- Te elegí en cuanto entraste en el restaurante y aparecí cuando se torcieron las cosas.
- Entre un montón de gente ¿te fuiste a fijar en mí? ¿de
veras?
- No insistas, Genio, no
queremos nada con esa tía - miraditas - nosotros nos vamos por nuestro lado ¿vale?
- ¿Me darás
una vuelta en el Chebrolet?
- En cuanto esté arreglado. Entonces ¿por fin no te casas?
- No, ahora
sé lo que quiero. “Quiero estar a tu lado”
- Carlos no
puede pedir deseos ¿verdad, Genio? Solo me queda uno, qué no me lo quite...
- No te
preocupes, Chari, el tercer deseo es tuyo y solo tuyo, palabra de Genio.
- Es un vendaval y viene hacia aquí ¡todos a cubierto!
- Tú y yo
nos podríamos perder por ahí…
- ¿Buscamos
un rinconcito? Ciao!
- Para mí
que estos dos se lo montan por su cuenta y me dejan fuera.
- ¡Qué
importa! Si no te gustaba ninguno de los dos.
- Pero si
se van, entonces ¿qué me queda?
- Aún te
falta pedir un deseo y esta vez acertaras, lo presiento
- “Quédate
conmigo, Genio” Eso es lo que más deseo. Claro, si tú quieres…
¿qué me dices?
- Si me
quedo, cantaremos Kumbaya a la luz de la luna y trabajaré en un circo
escupiendo fuego…
- Lo de la
cancioncita, allá que te va ¿pero un circo
en Balí? ¿y tú escupiendo fuego?¡no tiene ni pies
ni cabeza! Mira que tengo amigos chalados y nunca jamás escuché nada tan
estúpido. ¿No sería mejor tocar la flauta?
- Créeme,
la flauta no es lo mío. Ahora veras…
¡Nunca más! Cayeron los primeros rayos, jamás se oyó melodía más desafortunada en el mundo entero.
- Si montamos el circo ¡te consigo un pingüino!
- No se, no se, que si luego prendes fuego a la isla... ¿Me traes también el mono? ¿Y...?
- Ah, no, NO. Qué te veo venir, un bicho tan grande ¡ni lo sueñes! Ya te estás olvidando del hipopótamo.
- Ahora que caigo, un hipopótamo estaría realmente bien. ¿Sabes que ha nacido una cría esta misma semana en el zoo? Sería tan chiquitina, fíjate que nada más nacer ¡solo pesaba 86 kilos! Una cosita así, regordita... Ya me la imagino: Pum, pum ¡pisando fuerte! La llamaríamos... ¿qué tal Lula? Y bla, bla, bla, bla.
¡Nunca más! Cayeron los primeros rayos, jamás se oyó melodía más desafortunada en el mundo entero.
- Si montamos el circo ¡te consigo un pingüino!
- No se, no se, que si luego prendes fuego a la isla... ¿Me traes también el mono? ¿Y...?
- Ah, no, NO. Qué te veo venir, un bicho tan grande ¡ni lo sueñes! Ya te estás olvidando del hipopótamo.
- Ahora que caigo, un hipopótamo estaría realmente bien. ¿Sabes que ha nacido una cría esta misma semana en el zoo? Sería tan chiquitina, fíjate que nada más nacer ¡solo pesaba 86 kilos! Una cosita así, regordita... Ya me la imagino: Pum, pum ¡pisando fuerte! La llamaríamos... ¿qué tal Lula? Y bla, bla, bla, bla.
Y nos
mojamos juntos mi Genio y yo, haciendo planes bajo el aguacero...
- Vendrán otras Mil noches después de ésta y en cuanto cese la lluvia, extenderé nuestra colcha de retales sobre la hierba y escucharemos los grillos cantar bajo las estrellas.
- Ni circos ni flautas ¡mi Genio es Poeta!
Lo sé, nada qué ver con el Cuento Oriental de princesas y sultanes, de mil y una lunas... Pero los tiempos cambian y la Magia no muere, ni se queda atrás.
- Vendrán otras Mil noches después de ésta y en cuanto cese la lluvia, extenderé nuestra colcha de retales sobre la hierba y escucharemos los grillos cantar bajo las estrellas.
- Ni circos ni flautas ¡mi Genio es Poeta!
Lo sé, nada qué ver con el Cuento Oriental de princesas y sultanes, de mil y una lunas... Pero los tiempos cambian y la Magia no muere, ni se queda atrás.
¡Qué imaginación, Mere! Me sorprendes cada semana y me gusta sobre todo el mensaje "los tiempos cambian, pero la magia no se disuelve". Al principio pensé que la historia podría intitularse "no hay chicas perfectas", pero no iban por ahí los tiros. ¡Muchas gracias por deleitarnos con estas entretenidas y amenas historietas!
ResponderEliminarYo tampoco sabía mucho por qué derroteros terminaría esta historia y mira por donde nos ha llevado a la Magia y me alegro, porque por muy moderno que sea este mundo no puede faltar esa chispa con la que brilla todo. Gracias, Marisa, un beso
EliminarTienes toda la razón Mere. ¡Qué, por menos, no falten la magia, la buena disposición y alguna que otra sonrisa!
EliminarHoy he leído en Twitter: "Denme veneno para morir o sueños para vivir" de Gunnar Ekelof. Si sueñas es como si soplara menos el viento y brillara más el sol :)
EliminarMeandros paralelos que seguimos cada semana sin esperar donde desembocan. Nos creas siempre un tipo de ansia por saber cuál será el desenlace y siempre nos despistas. espero las historias cada viernes, la leo siempre en el móvil y no puedo contestar y luego vuelvo a hacerlo. Magnífica como siempre. un beso Mere.
ResponderEliminarNo sabes cómo me alegro, Yossi, porque yo también espero con mucha ilusión el ver si os gustan o no... Soís mis lectores y mi público es el mejor :) Un beso
Eliminarme ha encantado la historia¡¡¡¡XD
ResponderEliminarY no me esperaba lo de carlos....XD
Besos:3
Hola, Silvia, yo tampoco me esperaba lo de Carlos, surgió ¡de repente! Pensarás que estoy loca, pero a veces la historia se me va de las manos y es como si los personajes decidieran por mí, con voz propia. Sí, a lo Woody Allen ¡qué locura! ¿no? :) Un beso
EliminarQue buena !!! esto si que es darle la vuelta al cuento. No se si has leido las mil y una noches pero tiene poco que ver con la pelicula de Aladin de Disney. Pasar por aqui los viernes se esta convirtiendo en una buena costumbre, un beso.
ResponderEliminarNo he leído Las Mil y una Noches, algún día dejaré que Sherezade me cautive con sus historias de oriente llenas de hechizo. Y por fa, Rocío, nunca abandones las buenas "costumbres" ¿vale? :) Un beso
ResponderEliminarjajaja! Qué bueno... Justo, justo estoy leyendo las mil y una noches, aunque claro, tu texto no tiene nada que ver, más que la idea del genio...
ResponderEliminarBuenísimo Mere, un besito
Pues sí, Eva, me he reído mucho escribiéndolo y si ahora echamos juntos unas risas, pues ¡mejor que mejor! Gracias por pasarte, un beso
EliminarSorprendente y Amena Historia.
ResponderEliminarMe ha encantado y me he dejado atrapar por los mágicos sucesos.
Un abrazo.
La historia se fue complicando sola y la verdad es que fue incluso una sorpresa para mí el devenir de los acontecimientos :) Me alegra que te gustara, un beso
EliminarTus historias siempre son tan originales... menuda imaginación. Gracias por las palabras tan amables que tienes para mi siempre que pasas por el blog. Me levantas mucho el ánimo ^^ Besos.
ResponderEliminarAl contar una historia por semana, me tomo mi tiempo y a los 3 o 4 días de darle vueltas siempre al final se me ocurre alguna cosa... Me encanta pasar por tu blog, has hecho de él un rincón muy agradable :) Un beso
ResponderEliminarAyer dejé un comentario larguísimo, creativo y estupendo... pero se borró.
ResponderEliminarHoy te lo resumiré mucho diciendo que es una historia fantástica, Mere.
Me encantan los viernes
Besos
¿Los viernes? Para mí, no hay día mejor. También me gustan nuestras conversaciones fugaces en twitter (aunque a veces me vaya por las cerros de Úbeda...) que ponen la guinda al pastel :)Un beso
EliminarA mí me encaaría pedir 3 deseos pero no a 2 tias lesvianas. La verdad de lo de pedir deseos tiene un premio :)
ResponderEliminarVete pensando qué pedirías y así elegir bien. Con la magia, nunca se sabe, por si acaso... :) Gracias, Meatens, un abrazo
EliminarMere, he llegado en domingo, porque no doy a más, pero leerte siempre es algo genial, sea cuando sea, yo también me pensaré mis deseos, pro si las moscas. Besos
ResponderEliminarYa estás aquí, Marilú, que es lo importante.
EliminarLos deseos tenlos presentes y no esperes a que venga el genio ¡pídelos! Un cúmulo de acontecimientos y "Plaaash" Están a la vuelta de la esquina, aguardándote :) Un beso
Me ha encantado tu peculiar historia de amor y magia, con una Sherezade tan diferente a la de las 1000 y 1 noches... Que se quede Lula con su pingüino gay que Chari se lleva un genio... y un montón de deseos como ajuar de bodas. ¡Todos los ingredientes para un novieteo de ensueño! Un beso, Mere, y gracias por esta historia tan de la calle
ResponderEliminarMe gusta hablar de gente normal, con sus talentos y debilidades, que es como realmente somos ¿no? Y lo mejor de todo, en este mundo loco al que pertenecemos nadie se queda fuera de juego ¡con 1000 y 1 oportunidades! Hay un destino a nuestra medida en alguna parte y toda una vida para encontrarlo y entretanto forjar nuestros sueños. Un beso, con mis mejores deseos...
EliminarHola!! he pasado por aqui y me ha gustado mucho tu blog, asi que me quedo!! tienes
ResponderEliminaruna seguidora más.
Pasate por el mio, tu y tu blog quedais oficialmete invitados XD
Un beso!
Claro que me pasaré, nos vemos bien prontito :) Un beso
EliminarEstoy teniendo bastantes problemas con bloguer para ver las Entradas actualizadas. Sólo puedo acceder a vuestros espacios a través de los comentarios que me hacéis...¡¡¡Un rollo!!!
ResponderEliminarMagnífica Entrada.
Un abrazo.
No te preocupes, por mi parte siempre que escribas una poesía, la leeré y luego, si quieres, podrás dar conmigo. Un beso
ResponderEliminar¿Tú escribiste eso? En realidad creo que es hermoso. Tienes talento!! (Me resultó extraño al principio que, dos horas platicando, y no le cuenta que se casó... y más ahí, que esté ahí, comiendo con otra persona cuando recién se casa hahahaha). Pero todo fue divino y perfecto, precioso,, de hecho, tu blog es precioso, me encantó; ya tienes una seguidora más. Me gustaría invitarte también al mío ^^
ResponderEliminarCuídate y gracias (:
Me alegra verte por aquí, Eveletta y tus palabras tan animosas. Da gusto compartir historias con los amigos, un rato en común que disfruto muchísimo :) Un beso
EliminarMere, es de lo mejor que has escrito nena, después de la historia de Venecia, ésta està espectacular!!!!!!
ResponderEliminarEres una gran creadora de historias.
Un beso.
Gracias, Lidia, no pretendo ganar el Pulitzer sino reír un rato con todos vosotros :) Un beso
EliminarHa sido divertidísimo Mere, el genio y Chari me han hecho reír más de una vez.
ResponderEliminarMe ha parecido una historia muy alocada, no suelo leer cosas asñi, pero ha merecido totalmente la pena :)
Que bonico que se quedara con el genio. El concepto de que al final lo que mas nos hace falta está a nuestro lado no siempre le vale a todo el mundo, pero bueno, para los finales felices queda muy bien jaja
Besos
¿No te ha pasado? Van las cosas y se tuercen, nos vemos empujados a actuar de determinada manera fastidiados y con desgana para salir del brete... Y mira por dónde resulta ser un giro genial e imprevisible ¡que lo cambia todo! La vida es un laberinto un tanto absurdo :) Sé que andas muy liada, Riku, gracias por pasarte, un beso
EliminarAys, que se me pasó tu entrada del viernes pasado. Y eso no puede ser. Con lo que me ha gustado y me has hecho reír con esta historia. Ays, esta Chari a ver si se aclara un poco, que vuelve loco a medio mundo. Y ese Carlos...Que al final hasta se va a llevar su alegría por el cuerpo... Bonita manera de cambiar un cuento sin que pierda su magia!
ResponderEliminarBesotes!!!
Pues sí ¡en menudo embrollo nos ha metido Chari! Y parece que mejor que peor, cada cual sigue adelante. Siempre hay un camino ¿verdad? Unas veces lo vemos claro y otras aparece de repente, delante de nuestros ojos. Gracias, Margari, un beso
Eliminar