Edward G. Robinson, Humphry Bogard, Orson Wells, Marlon Brando, Glenn Ford, Robert Mitchum, Yul Brymer, Antony Quinn, Michael Caine, Ed. Harris, Willem Dafoe, Nick Nolte, Jon Boight, Anthony Hopkins, Sam Neill, Mandy Patinkin, Peter Coyote, Kyle Maclachlan, John Malcovich, Tommy Lee Jones, Jeremy Irons, Gabriel Byrne, John Turturro, Brendan Gleeson, Gary Sinise, Kevin Spacey, Benicio del Toro, Nicholas Cage... ¿Qué tienen en común estos hombres? Son tipos Duros con una belleza cruel y dolorosa, rebelde e inconformista. Mandíbula tensa, mirada perdida, Ojos soñadores.,, Lo que precisamente les hace perfectos. ¿Para qué? Por supuesto, para morir entre las flores.
Si has visto alguna de sus películas y no consigues distinguir su rostro, es normal. La mayoría solían dar vida a papeles secundarios. Vida... Y muerte, llegado el caso. De reconocerles, dificilmente recordarás su risa. No tenían por costumbre reír demasiado. Como mucho, esbozarían una sonrisa lastimera. Y es que están todos malditos, llevan pegado el drama a la piel como una sanguijuela. Siempre ¡la palman! Los más, no aguantan vivos ni 30 minutos. El resto, terminarán muriendo más pronto o más tarde. La mayoría interpretan en pantalla a un tipo apasionado, castigado por la vida que le convirtió en miserable, de esos que cuando les cortan el cuello, casi que te alegras... Inaudito. Tú, una buena persona ¡deseando sangre! Así es, sacan lo peor de nosotros. Les odias hasta tal punto que les tirarías un zapato a la cara, si te lo encuentras por la calle. ¿Por qué? Bordan su papel, actúan magistralmente. Encajan el dolor, se mimetizan. Lo malo es que una vez entras en el juego, ya estás marcado. Y la horrenda cicatriz les perseguirá siempre, condenándoles al otro lado.

Son grandes actores, mejores que todos esos Kents depilados, metrosexuales con vocación de perchas de Armani y pasos de bailarina que por razones incomprensibles, siempre ¡se quedan con la chica!. Fíjate que me cuesta creerlo... O bien esas lindas cabecitas no tienen dos dedos de frente o es que solo buscan un alma gemela que le lleve de compras. De lo contrario se rebelarían contra el guión y besarían al otro. No dudo que una tarde en Harrods con Ashthon Kutcher, no valga la pena ¡Dios me libre! Ahora, espero que ella y él no tengan la misma talla, más les vale. O les veo peleando como gatas, por una camiseta de las Supernenas.
No nos desviemos del tema, volvamos a los otros: nuestros Hombres Malditos. No te apures que en el mejor de los casos solo son medio malos y aguantan casi hasta el final de la peli y arrepentidos se autoinmolan en un acto heróico. Entonces piensas: El pobre, tenía buen corazón. Le trató tan mal la vida... Era débil... Estaba confuso... Ya, sino le faltaban razones. Pero la palma, en cualquier caso.
Sigamos investigando: No es solo eso, veamos. Los que responden al concepto de Homme fatal ¿en qué más coinciden? Los menos son norteamericanos de origen variopinto. Los más, son extranjeros italianos, irlandeses, croatas, ingleses, judíos, hispanos... Quizás tenga algo que ver. Significa eso que ¿Denotamos cierta connotación racista? No necesariamente. Si acaso, conllevaría mensaje implícito:
Si quieres triunfar, adopta el estilo de vida norteamericano.
Para mi desgracia, siempre me encariño con ellos. Confío, está vez será distinto. Voy y me hago ilusiones... Y ¡chas! Le revientan los sesos y me sienta como un mazazo. Llevo años callada, viendo como fracasan una y otra vez ¡los mismos! cuando intentan escapar sin éxito de su sino atroz... La suerte está echada, no vale la pena.
Mickey Rourke queda como un capullo integral en Nueve semanas y media (y puede que hasta lo fuera), Aún así, todavía podía levantar cabeza. Si bien vuelve e los infiernos como terrorista del IRA en Requiem para los que van a morir... El título lo dice todo.
Un caso singular sería el de
Jeremy Irons. Lo que es morir, no se muere a menudo pero desde su aparición en Retorno a Brideshead no ha hecho en el cine sino envilecerse. A cada filme su mente se va tortura más y más hasta rebosar hipocresía y segundas intenciones. No hay papeles más retorcidos que los de Jeremy Irons. ¿Por qué? ¿Qué ha hecho para merecer frecuentar tan asiduamente las cloacas de la gran ciudad? Como muestra un botón: En la mujer del teniente francés, lo deja todo por el amar a una neurótica. En El Amor de Swan lo deja todo por amar a una cortesana. En La Misión lo matan a trabuco en el Amazonas. En Japón se enamora de Madame Butterfly, desconocedor de su secreto. Para cuando se recupera del golpe, en Damage seduce a Julliet Binoche, la novia de su propio hijo. Luego le da por las jovencitas y cae en brazos de Lolita. El Lord que cayó en desgracia, claro que también se divirtió de lo lindo... Intensa vida, según se mire. Solo interpreta personajes sórdidos, al borde de la locura. Es como si una vez presencias el lado oscuro, hubiera un punto sin retorno.
Luego está
John Malcovich, el caso más claro de todos. En Amistades Peligrosas rompe el solito los corazones de media aristocracia francesa, luego hace de vagabundo en De ratones y Hombres. Más tarde le acusan de un asesinato en Francia que por supuesto no cometió y sobrevive para encarnar a un cínico consejero ansioso de poder en Beowulf. Como véis, este hombre está pringado de fango hasta las orejas. Sin embargo cuantos le conocen afirman que es un hombre correcto y educado. Agradable, comedido. Vaya, lo que venimos entendiendo como Todo un Caballero. Cuando acudió al Festival de San Sebastián dejó tras sí una huella cordial y afable. Tanto es así que por más papeles deprimentes que interprete, le veneramos. ¿Como se explicaría sino el hecho de que exista una película de culto llamada "Cómo ser John Malcovich"? Supimos discernir, descubrir al Gran Hombre y su carisma que estaba muy por encima de toda aquella fatalidad.

Con la buena opinión general sobre John Malcovich como hombre virtuoso, al margen de sus cinematográficas fechorías, recuperé un ápice de conformidad. Fue un respiro. El cine, me concedía una tregua que duró poco. Entonces se desencadenó otra injusticia. Hablo de
Sean Bean, por supuesto. En cuanto a desastres, este actor se lleva la palma. Me gusta y he tenido que verle impotente morir en nada menos que 20 ocasiones: Caravaggio (1986) War Requiem (1988) El prado (1990) Lorna Doone (1990) Clarissa (1992) Juego de patriotas (1992) Scarlett (1994) GoldenEye (1995) Airborne (1998) Essex Boys (2000) Ni una palabra (2001) El Señor de los anillos: la comunidad del Anillo (2001) Equilibrium (2002) Henry VIII (2003) La isla (2005) Carretera al infierno (2007) Fuera de control (2007) Red Riding: 1974 (2009) Ca$h (2010)
Creeréis que la última fue Juego de tronos (2011) ¿verdad? Pues no. Hay una serie televisiva recién salidita del horno en la que Sean Bean solo sale en imágenes retrospectivas pues para cuando comienza realmente la historia, mi querido Sean ya es fiambre. Ya ves que no exajero. Con este pobre se ensañan. Y ¡de qué manera! Esto es un sinvivir, ni él ni yo nos lo merecemos. Ponte en mi lugar... Convendrás conmigo que ver desangrarse a tu actor favorito delante de tus narices un día sí y otro también no es plato de buen gusto. Resulta desalentador ¿no crees?
* Pero ya la gota que colmó el vaso fue esta: En Legends Sean Bean es un agente infiltrado en casos varios. Por lo visto, le acaban de desenmascarar así que el futuro no se le presenta, como de costumbre, demasiado halagüeño. Todavía podría salvarse... Pero "Sean Bean debe morir" o defraudará. La gente le quiere, pero muerto. Así lo afirma Maldito Bastardo del blog Historias Bastardas. Ante la remota posibilidad de que Sean Bean sobreviva, toma partido:
"Sobre Legends saben mi opinión: una serie en la que Sean Bean no muere no es una serie. Lo dicho: una serie en la que Sean Bean no muere no es una serie. Repito: una serie en la que Sean Bean no muere no es una serie. ¿No ha quedado claro?"
- Sí, Wuana.
P.D.: Avísenme si Sean Bean muere para poder ver esta, de momento, no-serie. Gracias."
- Descuida, que no te aviso.
¿Cómo? Pero chaval ¡¡¡Qué me estás contando!!! Si quieres sangre, búscate otra cabeza de turco.
* A ver, ya se que es una broma... Lo siento, Maldito Bastardo. Comprende que no hago más que seguirte el juego ;) Y sin embargo grito BASTA. Esto es un auténtico escarnio. ¿Cuántas veces tienen que destripar a un hombre para que por fin se le deje tranquilo?
Supongo que es su sino, sencillamente cayó en desgracia. Lo admito, llego demasiado tarde. No supe reaccionar a tiempo y el veneno se ha extendido por su nombre de tal forma que no puedo contenerlo. Todos ellos, están perdidos. A estas alturas, ya no puedo salvarles.
* Pero aún puedo ayudar. Cada día llegan jóvenes promesas, empujan nuevas generaciones que toman Hollywood pisando fuerte y por una oportunidad, venderían su alma al diablo. ¡Alto ahí! ¿A cualquier precio? Ahí entro yo. Corren serio peligro, ni se lo imaginan. Son osados y decididos, con ese halo fatídico que les arrastra hacia lo inevitable. Se dejan llevar... Aceptan un papel y luego otro. En su piel, no hay personaje pequeño. Por eso están en su punto de mira y yo lo veo venir. Los adulan, los seducen... Les encasillan. Tentados por el éxito, se asoman inequívocamente hacia el lado oscuro... Muy bien, os daré nombres:
- Por un lado está
Corey Stoll, a sus treinta años ya se lo han cargado 2 veces: Muere en House of Cards interpretando a Peter Russo, un político corrupto. Muere en Homeland como Sandy Schaefer un activista árabe. Y ahora sale en Strain y ante el apocalipsis que se avecina, su vida pende de un hilo... A todo esto está rodando El Hombre Hormiga. ¿Qué le espera? Figúrate... Conociendo la suerte que corriera Jeff Godbum (otro que tal baila) conforme avanza el rodaje, su esperanza de vida se reduce por momentos.
- Por otro tenemos a
Sebastian Stan: A sus treinta años ha sido Sombrerero loco en Erase una vez, Soldado de Invierno programado por HIDRA para luchar contra El Capitán América, Chase Collins en La Alianza del Mal convirtiéndose en brujo dispuesto a acabar con todas las antiguas familias para hacerse con sus poderes... ¡Detente! O te destruirán.
Nos guste o no, el cine sigue cobrándose víctimas. Ya eligió a sus nuevos Perdedores, ahora solo falta que muerdan el anzuelo... Ambos flaquearán, no te quepa duda. Que les engulla la oscuridad, amigos, es solo cuestión de tiempo.
* Y yo alarmada me pregunto ¿algún día acabará esto? Desde aquí me dirijo a las productoras BBC, ABC, NBO, TNT, Sundance, Network y a la todopoderosa Paramount hablando alto y fuerte:
EXIJO QUE LOS ACTORES CONDENADOS A MUERTE SOBREVIVAN
Si la jodes en el cine y eres hombre muerto...
Entonces ¿Qué fue del Sueño Americano?
Y qué hay de las ¡¡¡Segundas Oportunidades!!!