Matilda en Hogwarts y el Arte de saltar de hª en hª

"Matilda es la historia de Hermione si hubiera sido criada por los Dursleys". Esta frase lleva años circulando en Reddit y Tumblr y sigue circulando porque a nadie se le escapan los patentes lazos entre ambos personajes de la literatura infantil. A raíz del comentario, Mara Wilson, la actriz que interpreta magistralmente a Matilda en la icónica película de los 90, trató de imaginarse en Hogwarts... "I can see it" concluyó. Así es, de haber pertenecido a la familia Dursley en vez de en el funesto hogar de mr. and mrs. Wormwood ¡sí! Mara intuye que Matilda habría desarrollado su inconfundible don sin cortapisas y encajaría en Hogwarts a la perfección

Según Mara, Matilda habría podido pertenecer a las casas Gryffindor y Ravenclaw y sería el sombrero quien en última instancia le adjudicaría esta última. Cuando Harry Potter y sus amigos debutaran en la Escuela de Magia y Hechicería, Matilda tendría ya 16 años y estaría en sexto curso. Les observaría en la distancia y tanto Harry como Hermione y Ron despertarían sus simpatías.

Me parece bonito entremezclar historias fantásticas. De hecho, me gusta pensar que existe alguna especie de limbo donde conviven todos mis personajes favoritos. Algo así como la teoría de los vasos comunicantes, cada relato tiene su espacio-tiempo y sin embargo, hay un instante en cada novela donde las historias coinciden, bien porque ocurren simultáneamente o porque los personajes experimentan los mismos sentimientos. Presentaría a Meg, Jo, Amy y Beth March a las hermanas Benett, invitaría a cada aventurero intrépido que se precie a unirse por una causa común y a falta de conflicto a la vista, a participar en el Libro Guinness de los records. Un placer, esto de entremezclar historias.

El hecho de que Mara Wilson en la piel de Mathilda se introduzca en Hogwarts por una rendija es novedoso. Un actor que asuma así su personaje y divague sobre su devenir con tal entusiasmo resulta extraordinario. Otro paso en la inmersión narrativa. Y en cuanto a nosotros, lectores de a pie, supone que podemos entrar en el contexto de un libro y sumergirnos por completo en sus páginas. Como comprenderás, no me resignaré a ser testigo mudo de ese fenómeno. Como el paso del cometa Halley, o lo ves al momento o pasa de largo y luego a esperar... ¿Cuánto? ¿Otros 76 años? ¡ni hablar! Para entonces seré una abuelita venerable en el mejor de los casos, muy mayor para correr tras Alicia, demasiado gorda para escapar de la reina de corazones. Es ahora o nunca. No pienso quedarme de brazos cruzados viendo como se abre la puerta y me quedo fuera, no lo soportaría. Así que me tiro en plancha dentro de mi historia favorita y tras barajar varias novelas de época, me decanto por "Lo que el viento se llevó".

Me planto en Tara, Me presentan a Scarlett O'Hara, nos hacemos íntimas, le aprieto el corsé para que luzca una cintura de avispa y de paso le doy un respiro a Mumy que incansable nos persigue con una taza de chocolate caliente. A todo esto ¡qué narices! Para que Scarlett no me eclipse del todo, le siso un lazo azul. Pobrecita, aún así me presta uno de sus vestidos, el turquesa, sabe que me encanta. Y luego ¿qué? Pues agitaremos nuestros abanicos por toda la estancia, bailaremos por todo el salón. Viajaremos juntas a Charleston. Insistiré en que olvidé a Ashley, regalaremos a Mumy un sombrero a juego con sus enaguas rojas, Les contaré cómo funciona un ventilador sin demasiado éxito. Y en cuanto a Rett Butler, en cuanto llegue les dejaré solos y tocaré la flauta para crear ambiente y si veo que no así no ayudo, más que probable, me esconderé a cotillear detrás del sillón. 

No deliro, solo adorno mi pequeño mundo. ¿No tienen los gatos siete vidas? Pues yo me conformo con ¡dos! Tengo un sueño y no soy la única, vivir simultáneamente, por partida doble. ¿Los ves? Ahí los tienes, ellos recrean a su medida el libro de su vida. Todos tenemos ese don. 

Sigue leyendo, que te aguarda tu alma gemela detrás de una coma. 

Y en tiempos de crisis, no imagino mejor viaje.