Como cada domingo, Rick se
recorría el barrio residencial en bicicleta repartiendo periódicos por todas
las parcelas. Los lanzaba con un estilo peculiar, describiendo una parábola tan
perfecta que no lograría interceptar ni el mejor pitcher de los Medias Rojas. Claro
que aquella mañana no se esmeró en el tiro como tenía por costumbre, tenía que
hacerse oír en medio de aquel idílico bienestar de anuncio. Ni siquiera se
entretendría en golpear en el capó a los flamantes Chebrolets que encontrara a
su paso. Porque aquella madrugada había pasado algo importante, en la portada
del New York Times relucía un notición de primera: Men walk on moon!!! Clamaban los titulares, esos mismos que Rick
transmitía a voz en grito. Un torpedo con rizos, camiseta a rayas y pantalones
cortos que dejaban a la vista unas rodillas llenas de costras y unas
pantorrillas tan suaves como el beso de un bebé. Jadeaba de puro júbilo, no pasan
cosas así todos los días. A lo Miguel Strogoff, se creía el mensajero. Ni que
viniera pedaleando desde Cabo Cañaveral.
Y no habría parado hasta aparcar
la bici en su desolada marquesina de no ser por el silbido de Louis que le
llamó en pijama, algo desmejorado en los últimos tiempos y pálido como un
cadáver. Asomó medio cuerpo por la puerta principal en un estado de alerta
obsesiva, cercano a la paranoia, que combinaba muy bien con la fachada gris
oscura casi negra del fúnebre color de la desesperanza. Siempre fue un poco
maniático, pero por lo visto, aquello había ido a más. Flaco, desabrido. Miraba
con aprensión como lo haría un búho en plena noche girando sin descanso las
pupilas, clavándolas como punzones. Aun así, Rick se le acercó tan campante.
Siempre agradecía unas palabras amables, lo cierto es que odiaba estar solo. De
modo que adolescente y treinteañero entablaron conversación.
- Oye, chico. ¿Es verdad lo que dicen?
- Pues claro, Louis. ¡En qué mundo vives! - Ante el asombro de Lou,
el niño insiste - . Hemos llegado a la luna, ¿no lo has visto por la tele?
- Entonces esto lo cambia todo. ¿No te
das cuenta? Si de verdad ha ocurrido, nos enfrentamos a una crisis mundial sin
precedentes.
- Qué va, si es alucinante. Pronto
aterrizaremos en Marte como el Capitán Scarlet.
- No te haces cargo, Ricky. Verne ya
anunció que pasaría, ese tipo fue un visionario. Sus novelas están repletas
de profecías. En “Robur el Conquistador” ya volaban helicópteros y aparecen
transatlánticos en “Una ciudad flotante”. Hasta recreó el cine sonoro en “El
castillo de los Cárpatos” y acertó de pleno, todo ha pasado.
- Venga ya, Lou, tu escritor solo
era un tipo con suerte.
- Vale, no practicaba magia como
Rasputín ni predijo guerras como Nostradamus pero era un clarividente. Ese
hombre era capaz de contemplar el más allá como si manipulara una bola de cristal
y veía el futuro tan nítido que podía olerlo. Si hasta auguró la conquista de
los polos en “La esfinge de los hielos” y el descubrimiento de las fuentes del
Nilo en “Cinco semanas en globo”.
- Que Verne tuviera o no superpoderes, eso ya no importa. Que te hablo ¡¡¡de
conquistar las estrellas!!!
- Tiene que ver y mucho. Si soñó con viajar a la luna y ha pasado, por las mismas, otras historias de ciencia
ficción podrían hacerse realidad…
- Ojalá, menuda aventura.
- Te equivocas, Rick. No sería agradable, en absoluto. Es más, deberías estar
temblando solo de pensarlo. Si otras historias fantásticas ocurrieran aquí y
ahora... Créeme, sería una auténtica locura. Si damos crédito a los relatos de Isaac
Asimov, George Orwell, H.G.Wells, Arthur C.Clarke o Ray Bradbury… Prepárate
para lo peor, chico, se avecina el apocalipsis.
- ¿Entonces podría venir King Kong y
pisar edificios?
- Por supuesto. También podrían despertar los muertos y
atacarnos marcianos de todos los colores.
- Uuuauh, molaría.
- No es tan difícil, hasta podría estar
en marcha una invasión de ladrones de cuerpos y no darnos cuenta. Tu padre, sin
ir más lejos. ¿Siempre fue así de serio? ¿A que no? Pues eso explicaría que de
un tiempo a esta parte…
- Eh, tú. ¡Cuidadito con lo que dices!
Que mi padre solo está pasando una mala racha y si bebe es porque le duelen las
muelas.
- Ya no jugáis al béisbol en el parque.
- Bueno. ¿Y qué? Ya soy mayor.
- Tal vez ya no sea él y te lo hayan
cambiado por un alien en plena noche.
- ¡¡¡Mientes!!! Estás enfermo.
- Ni hablar. Mira a toda esa gente con
sus sonrisas tontas. ¿Lo ves? En comparación, soy el más cuerdo de todos. Ahí
los tienes, tan despreocupados, tan felices.
Desentendiéndose de lo trancendente, disfrutando del maldito sueño americano.
Si supieran que en cualquier momento podría estrellar un meteorito contra La
Tierra no perderían el tiempo paseando al perro. ¿No crees?
- ¿Lou, estás seguro?
- Completamente. Y la llegada a la luna
no es sino el principio.
- Caramba, tanto ahorrar para un Chevrolet y
resulta que se acerca el fin del mundo. Cambio de planes, mejor me empacho a
helados.
- Espera, que me calzo las deportivas y
te acompaño. Si comenzó la cuenta atrás, por qué no darme un último capricho
antes de que me aplasten como a un tulipán.
Lou consiguió a duras penas salir
de casa con la camiseta desbocada de Superman después de cuatro meses de
enclaustramiento sin atreverse a salir ni tan siquiera al buzón del correo. Rick
ya nunca más esperaría inútilmente a su padre en el porche botando contra la
pared la pelota de pitcher durante horas. Ambos caminaron hasta el quiosko de
la playa al paso de Lou que arrastraba las zapatillas charlando sobre el avistamiento
de platillos volantes y vestigios de civilizaciones perdidas. Se embarcaron en
la búsqueda de un diccionario inglés-élfico y de un detector de metales
teledirigido capaz de localizar bajo la arena restos de barcos vikingos.
Han pasado doce años y todavía
hoy siguen siendo colegas. Tienen bastante pinta de frikis con los ojos como
platos tras sus impertérritas gafas de concha. Rick lleva coleta y el emblema
de Gotham tatuado en el brazo. A Lou ya le clarea el pelo, por eso se cubre la
cabeza con una gorra de los Gremblins. Desde que estrenaron Encuentros en la
tercera fase suelen acudir juntos al cine, provistos de papel y boli dispuestos
a tomar notas. Están convencidos de que las películas de Spielberg guardan toda
suerte de mensajes encriptados. Están al corriente de cada mito o profecía, aunque su máxima prioridad ahora es el inminente ataque de un ejército zombi. Son
radioaficionados, adictos a los bagles con salmón y queso. Trabajan de
empleados en un videoclub del barrio y juegan a Dragones y Mazmorras hasta el amanecer.
Pues el alunizaje fue el
detonante, sin duda revolucionó el mundo entero. Un pequeño paso para el hombre y en cuanto Rick y Lou fue mucho más que eso. El puto génesis, la milla cero. El principio de otra gran
amistad... Esta vez, en Casanegra. Se repite la historia, otro Rick y otro Louis que
esquivan la soledad fumando gauloises en el aeropuerto. Avistamiento de ovnis, aeroplanos furtivos... Más de lo mismo. Tendrías que escuchar sus malditos chistes, todos en
blanco y negro.
Hola Mere
ResponderEliminarEsa noticia de la llegada del hombre a la luna ya era lo que le faltaba a Lou!
Me ha gustado mucho la referencia a Julio Verne, pero de ahí a creerse que tooodas las historias fantásticas puedan hacerse realidad...¡madre mía! Claro que si encontró en Rick a su amigo del alma y a ambos no les falta imaginación no me extraña que sigan pasándoselo bien a través de los años. ¿Quién dijo soledad pudiendo compartirla? y si alguien los ve como bichos raros que contraataquen con la célebre frase de Paul Éluard: "Hay otros mundos pero están en éste. Hay otras vidas pero están en tí"
Muchos besos!!
Sí, el pobre Lou está un poco tocado. Pero solo necesita un amigo para que deje de levitar y ponga los pies firmes en el suelo. Justo, la soledad compartida es compañía :) Paul Eduard, ¡qué tío más grande! :)
EliminarUn besazo.
Hola, Mere... Me ha encantado Rick, con su bicicleta, repartiendo periódicos, repartiendo noticias, con sus rodillas llenas de costras ;-)
ResponderEliminarEs muy cierto que no pasa todos los días una noticia tan espectacular como que el hombre pise la Luna... De ahí, el júbilo y el entusiasmo
Buenísimas las descripciones que nos has dado de Rick y Louis; adolescente y treintañero
Buenísima también la conversación entre ellos donde se diferencia claramente la ilusión de Rick, y la desesperanza y pesimismo de Louis
Lo malo es que Louis ha convencido a Rick de que llega el fin del mundo ;-)
Y tras doce años siguen siendo colegas y están muy ocupados intentando descifrar los mensajes encriptados de las películas de Spielberg... desde luego estos amigos no se van a aburrir ;-)
A ver si tienen razón y va a llegar el ataque de un ejército zombi ;-)
Un relato brillante, me han encantado los protagonistas y el tema
Te cuento que, de pequeña, yo también llevaba las rodillas llenas de costras continuamente ;-)
También he oído a personas mayores hablar sobre el fin del mundo... pero no me terminaban de convencer sus argumentos ;-)
Bueno, me ha gustado muchísimo
Besos
Hola, Mela. Rick es un niño entrañable, que ante la indiferencia de su padre, ha decidido crecer por sus propios medios. Justo, la llegada a la luna conmocionó al mundo. Si mis propios padres lo vivieron como algo extraordinario... Imagínate, en USA, una civilización joven y emergente, en medio de la guerra fría.
EliminarQué alegría me das, Mela, valorando la conversación en esa perspectiva. Me esmeré en que Rick pareciera un niño (que no un tonto-lava). Un reto para mí.
No se van a aburrir, no, tienen juerga para rato. Porque cada vez hay tanto en el cine como en la literatura más mundos paralelos por los que perderse lo que personalmente, encuentro apasionante.
Yo también me parezco más a Rick que a Lou, por esa inquietud por la vida. Creo que las dos compartimos ese entusiasmo por lo que fue, por lo que es y será. Pasión, en definitiva :) Ahora, seguro que también convenimos en que para el fin del mundo... No corre ninguna prisa ;) Eso sí, me pasaría la vida resolviendo misterios. Por fa, facilitos que una tiene sus limitaciones :P
No te apures, que a los zombis se les ve venir. No nos cogerán por sorpresa. Más me agobian los clones, que son clavaditos. O las máquinas diabólicas ;)
Sí, el tema es bonito. Por eso me encantó compartirlo :D Y los personajes, pretenden ser cada uno de nosotros, gente de a pie, ante una situación extraordinaria que nos supera. Con un guiño también a la amistad contra todo pronóstico, estilo Casablanca.
Solo por tu comentario, lo volvería a escribir :D Un abrazo.
Pasaba por aquí y también te dejo un abrazo ;-)
EliminarRecibido :)
Eliminar¡¡ Quieres creerte que no cazé la referencia de Rick y de Louis hasta el final?
ResponderEliminarHay gente que solo ve la parte negativa de las cosas.
A don Julio hay que verlo siempre desde el lado positivo.
Pero lo bueno de tu historia es que el negativismo sirve para vivir a su manera y eso siempre es bueno (aunque no sea la forma en que nosotros elegiriamos vivir).
Te he leído de un tirón, sin poder apartar los ojos de tus letras. Asimilando tus referencias, desde Los medias rojas (creo que son calcetines) hasta casanegra.
Natural, la relación Rick y Louis estaba muy enmascarada.
EliminarSí, hay personas muy negativas que sufren mucho. De ahí lo maravilloso de encajar con alguien que les ilumine. La magia de la amistad, complementarse.
Don Julio era grande como pocos, pero tampoco se aventuró tanto en temas de tecnología. De ahí que acertara, ya había pioneros en todas esas áreas que estaban dando sus primeros pasos. Los verdaderos héroes de todos sus presagios o premoniciones.
El negativismo es debilidad y por eso obra maravillas el que alguien escuche. No es tan remoto, pasa en el día a día. Hay eventos que conmocionan al mundo ante los cuales sentimos tremendo desamparo y conforme los digerimos, los otros son un auténtico bálsamo.
Haber captado tu interés como lector me reporta una satisfacción muy grande. Como anécdota, decirte que Sam en Cheers (pub de Boston) era exjugador y muy fan de los Medias Rojas.
Muy bien parido, me engancho por aquí.
ResponderEliminarEstupendo, Jordim. Ya me pasaré yo también.
EliminarMe ha gustado mucho la conversación entre los dos y la mención a los grandes de la ciencia ficción. Si lo que quería era dar miedo al chaval, tal vez tendría que haber incluido a Huxley y su Un mundo feliz, y obviado a Asimov y Clarke, que en el fondo eran unos inocentes buenazos. Me gusta que Lou haya arrastrado a Ricky a la senda oscura de la ciencia ficción y el frikismo, que para mí representa el nuevo rock&roll de hoy en día: la corriente oculta que nos hace plantearnos qué hay más allá.
ResponderEliminarNo me gusta tanto que sea tan explícito el salto en el tiempo tras la conversación. Todo pasa a verse desde una distancia, muy descriptivo y además abrupto. El relato habría dado para algo más largo que eso: otros encuentros, otras conversaciones. Te sugiero además que reduzcas las menciones al color en esta frase: "Asomó medio cuerpo por la puerta principal en un estado de alerta obsesiva, cercano a la paranoia, que combinaba muy bien con la fachada gris oscura casi negra del fúnebre color de la desesperanza", parece muy redundante.
¡Besos!
Ismael
Hola, Ismael. Sí, era un pequeño homenaje a la ciencia ficción en particular y a las ansias de soñar en general. Todos tenemos una vena inhóspita e inquietante que busca insaciable más allá de lo conocido. Bueno, unos más que otros. Pero el embrión está ahí, como es el caso de Rick, un chaval vital donde los haya que la realidad le sabe a poco. Para él, encontrarse con Lou es una bendición, le ha dado el empujón definitivo. En adelante, se ayudarán mutuamente.
EliminarSi tengo oportunidad, aportaré más diálogos. En el párrafo final hago paralelismo entre Casablanca, Casanegra y sus amistades contra pronóstico. Personalmente, los saltos temporales y los abruptos me atraen mucho. También tiendo a ser cromática. Aún así, lo catalizaré despacio y cómo no, lo tendré en cuenta.
Gracias, Ismael. Un besote.
Querida Mere,
ResponderEliminarNo se como no he podido leer este relato antes. Las obligaciones diarias y la falta de tiempo debería ser algo en peligro de extinción. Me encanta la relación que se forja entre Ricky y Lou. Si para ellos la diferencia de edad no es impedimento para su relación de amistad menos lo va a ser para los demás:). Aún más me ha gustado, siendo el detonante el viaje del hombre a la luna y que este hecho histórico de tanta trascendencia, fuera escrito a modo de novela de ficción por nuestro querido Julio Verne. Siempre me quedará la duda de si era o no un profeta o simplemente fue casualidad que su imaginación se plasmara en la realidad años después.
¡Un besote!
Querida Leo, estoy contigo, los intereses comunes son el germen de la amistad y lo demás es secundario. Valga de ejemplo este rincón lluvioso tiznado de verde menta, donde cual tiene su vida variopinta y sin embargo, aquí nos tienes, llevándonos de maravilla :D
EliminarLa llegada del hombre a la luna impactó a la gente, incluídos mis padres, estaban emocionados. Estuve en una conferencia sobre Verne y trataron este tema, según los presentes Jules conocía teorías científicas que apuntaban a todo lo que se consiguió después. Más que adivino, era un hombre documentado y optimista. Creía firmemente en los albores de la ciencia y eso aún lo valoro más.
Un beso.