EN EL HONG KONG DE LOS VIEJOS TIEMPOS...
En Hong Kong los rascacielos emergen del asfalto como si se tratara de una planta mutante y se construyen túneles y puentes para reemplazar los ferrrys que una vez, no hace tanto, frecuentaron los británicos…
De todos los ferrys de antaño, solo queda el Star. La Isla de Victoria se deshace de los últimos vestigios de su pasado colonial ante la necesidad de crear nuevos espacios mientras al otro lado de labahía un Gigante contempla nostálgico el cambio de aires desde el puerto deKowloon. Hablamos del hotel The Peninsula que allí sigue, eterno supervivientedel glamour de los viejos tiempos.
Durante los años 20 “The Pen” acogía a los fatigados viajeros del recién inaugurado Transiberiano que tras recorrer Eurasia de oeste a este completaban a su llegada a la estación de ferrocarril de Kowloon su legendario itinerario desde Londres.
El té de las 5 en el hotel era todo un ritual, por allí se dejaban ver orientales y occidentales para tratar asuntos + o - turbios... También era costumbre bailar al ritmo de moda en Europa durante las fiestas más exquisitas, prolongando la velada hasta el amanecer.
Cócteles de sociedad donde acudían variopintos personajes atabiados con sus mejores galas. Creían conocerse entre ellos y sin embargo "nadie era quien decía ser"… Mercaderes, buscavidas, militares británicos y aventureros, también algún que otro aristócrata encantador venido a menos y ¡cómo no! refugiados rusos, inversores armenios…
Todos se daban cita allí para que el
Y POR FIN EL RELATO:
Mr.H y el arte de la fuga
Aquella tarde de otoño, un hombre de traje gris irrumpía en el lobbie del The Pen durante el Afternoon Tea. A pesar de guardar la debida etiqueta, algo le delataba... Sus zapatos de cordones brillaban bajo el pantalón de tweed con ligeros salpicones de barro húmedo, reciente. Una rápida mirada al salón... Sí, hay estaban todos conscientes de que "H" llegaba tarde por algún asunto pendiente.
En efecto, le venían siguiendo desde que se internara en la maraña de callejuelas del Temple Street Market. Ming Loo le aguardó paciente con el farolillo encendido, frente al tenderete de jade, para terminar por ofrecerle, sin mediar palabra, de entre una centenar de objetos insólitos, una cajita de bambú bastante insignificante.
Hasta que Tom Hobbs creyó escabullirse de aquella sombra molesta que llevaba arrimada a los talones, entre el bullicio de los tradicionales mercados de aves, flores y peces rojos en Mongkok, no se decidió a abrir la caja. En su interior, tan solo un pedazo de seda que envolvía una llave de hotel sin número.
En el escenario del crimen...
A Lady Osborn se le desprendió el tocado, esta vez hecho con prisas... Parecía sobresaltada. ¿Conocía a aquel hombrecillo o simplemente le incomodó que no se quitará los guantes nada más entrar?
- Por favor, un brandy. Me pregunto si el MonteFuji estará nevado en esta época del año…
- Me temo, coronel, que tan solo es cuestión de tiempo. Se avecina una borrasca por el este, pronto nevará en todo el Pacífico.
* Nota al margen: Llegados a este punto he tenido la tentación de poner aquello de "Se acerca el Invierno" (de Juego de Tronos) Por suerte, me he contenido.
Y George, lejos de servir su vaso al coronel, se dirigióhacia el recién llegado y sin más preámbulos le dijo:
- Permitáme un consejo, Milord: podría desprenderse de ese molesto bigote en tan tórrida tarde, cobraría un aspecto de lo más respetable. A lo que Tom respondió:
- Magnífica sugerencia, muchacho. En efecto, el aire está muy cargado y tras tan largo viaje ya sé donde acudir para adecentarme un poco.
Entretanto el conde Dimitri Rasnof se afanaba en tocar una estruendosa pieza al piano. Hombre e instrumento se contorsionaban al unísono entre estriónicos gestos y ademanes, enmascarando el leve aleteo de unas nerviosas tijeras...
Mientras la hermosa Diane Fletcher, hija de un magnate de Detroit, jugaba con las cuentas del collar sin perder de vista a nuestro hombre que se dirigía con su llave al interior del establecimiento.
3 minutos después sonaría un disparo y luego otro, retumbando las paredes cerca de la barbería… A George se le cayó la bandeja y el Coronel apagó su cigarro estrujándolo comouna acordeón sobre el cenicero. Lady Osborn se encontraba ausente, como despistada, mirando al vacío.... Y suspirando susurró mientras se recolocaba un mechón alborotado tras el oído:
- Lástima, me hacía sentir deslumbrante.
Tan solo Diane, desprendiéndose de los tacones como una infeliz Cenicienta, corrió hacia allí temiéndose lo peor… La joven halló varios casquillos de bala desperdigados por los pasillos y luego estaba ese olor fatídico, como a crema de afeitar... Pero al encontrar el 2ª munición próxima a la balconada, la norteamericana no pudo más que sonreír alibiada. De sobra sabía que esa fragancia tan oriental no era la suya.
Y entonces ¿qué fue de Tom Hobbs? Conseguiría marcharse por su propio pie, estaría herido o más bien su cadáver simplemente se esfumó ¿?
Lo que está claro es que no logró su cometido pues tras 2 meses escasos las tropas japonesas invadirían Hong kong, muy bien informados. Alguien desde dentro les había allanado el camino.
Tras una férrea defensa, la ciudad más cosmopolita del mundo cayó el día de Navidad. Durante la ocupación nipona el hotel "The Pen" pasaría a llamarse "Toa" donde el gobernador británico permanecería confinado durante 2 meses hasta ser transladado a una prisión en Sanghai.
Los oficiales invasores se instalaron en las mejores habitaciones y el hotel quedó a cargo de un nuevo y flamante director, lacayo del sol naciente. Aunque ahora vistiera kimono y se deshiciera en reverencias, el traidor seguiría desprendiendo por siempre ese intenso e inconfundible olor a sándalo.
Por: Mª José Enrech (ruego respetar autoría)
BASES DEL CONCURSO
La historia como tal no es verídica, aunque sí lo es LA RED DE ESPIONAJE que se entretejió en el Hotel The Pen en aquellos años. Así que lo dejo en tus manos, crea tu propio desenlace y sorpréndenos, échale imaginación y descubre quién es quién en toda esta trama.
Se premiarán los mejores desenlaces con 1 Lote de libros de misterio + mi sincera invitación a colaborar de ahora en adelante en el blog. Animaos, tenéis el mes de junio para comentar y juguemos a desenmascarar a esos espías que pusieron en jaque en Hong Kong a las tropas aliadas ¡y nos convertiremos en Héroes! Sí, como tantos sin medallas.