El cinematógrafo consiste en proyectar sobre una pantalla 24 imágenes por segundo, que no son sino una cadena de fotografías estáticas tomadas cámara captadas por una cámara con la misma frecuencia. Se suceden los fotogramas a gran velocidad, uno tras otro. Y entre ellos, por un súbito lapso de tiempo, la pantalla queda OSCURA. Pero tal oscuridad nos es imperceptible, pues la luz del fotograma anterior aún nos ciega deslumbrándonos. Y así la sucesión vertiginosa de imagenes da sensación de movimiento. Eso es el cine, ese mundo paralelo que nos cautiva con sus caras guapas y sus rascacielos.
Se debatió largo y tendido en los noventa sobre la información sublimínar infiltrada entre fotogramas que por entonces se generalizó, con el oscuro propósito de incitar al espectador al consumo de determinados productos. Sentíamos calor, hambre, sed... por un estímulo inducido que jugaba al escondite con nuestros ojos. ¿Cosa de magia? Para nada, pura sugestión. Escalofriante... ¿no?
Sí, resulta escalofriante. Pero ¿y si utilizáramos esa cualidad de la mente como terapia para afrontar situaciones, para saciar carencias, para superar traumas? Va en serio, el poder sugestivo de la imagen subyacente es tan poderoso que ¡nos sorprenderíamos! al incidir directamente en el subconsciente.
Experimento 1: Imagina por un momento, un documental a tiempo real sobre artrópodos. Un estudiante, llamémosle E, saturado de zumbidos, adormece. Lo sabe, un aleteo más y terminará odiando a esos bichos para siempre. De noche sueña con patas y antenas desde hace meses. Cuando come patatas fritas los intuye... ¡crash! Y no pega bocado. Proyección entre bostezos, minuto 14, una IMAGEN absurda que huye como una ráfaga y ¡zas! Visto y no visto. Algo placentero, por ejemplo ¡un helado! Minuto 27, una melodía... ¡no da tiempo! Bastará con un simple acorde. A partir de ahí el estudiante prosigue con la filmación ¡con ánimo renovado! Y sin saber ni cómo ni por qué, hasta se sorprende fantaseando con construír ¡su propia colmena! (Buf, a este le ha dado fuerte... Ni tanto ni tan calvo, habrá que reducir la dosis).
Experimento 2: Una persona obesa, llamémosla O, acude al endocrino y en vez de echarle la bronca por el paquete de doritos que lleva en el bolso, el doctor se limita a charlar con ella y tras conocer su perfil, la invita a ver un cortometraje de lo más inocente: Una pareja se conoce, charlan, se sonríen y se besan. Y mira tú por donde, así, como quien no quiere la cosa, entre miradita y risita (ji,ji,ji jo,jo,jo) van y se zampan un donut. Y a cada bocado ¡plash! la imagen de un capilar sanguíneo chorreando colesterol grasoso entre otros fluídos... Repugnante ¿no? Me apuesto lo que quieras a que O, creyendo que ha visto en la consulta una peli pastelón, sale de allí con unas ganas irreprimibles de pasear y de amar, en plena euforia. Descarta el autobús, camina y a su paso una lluvia de doritos cae a la papelera. Recordará el beso, solo el beso. ¿Quién en su sano juicio querría rememorar semejante mejunje pringoso? Comerá un plato de espinacas esa misma noche, muy, MUY verde, para cenar. Je, je ¡¡¡funciona!!! Seamos flexibles, que si por fin es una zanahoria... Lo mismo da.
Y tú, ¿cómo lo ves? ¿te prestarías a ello? Sería útil en terapias relajantes para conciliar el sueño (el fluír de una ola espumosa clavada en tu retina durante un microsegundo... ) Para dejar de fumar (el humo negro de las fábricas, denso de las chimeneas, machacón de las locomotoras a vapor...) Para superar fobias como volar en avión (planeando en el aire como pájaros, saltando sin gravidez en la luna...) O soportar el terrible pesar, tras un fallecimiento (con el retrato del ausente, sonriendo simplemente... ) Solo nos mostraría otra visión, la otra cara de la moneda. Quizás esa realidad a la que renunciamos, relativizamos o nos negamos a ver.
Se trata de una terapia inocua que permitiría a mucha gente huir de ansiolíticos, analgésicos, antiestamínicos, antidepresivos y todas esas mierdas que les convierten en Barbie y Kent, rosas e ideales. Y es que consumimos tanta y tanta medicación, alegremente ¡como si fueran caramelos! La gente anda por ahí dopada ¿lo sabías? Medicinas para crecer, para adelgazar, para sonreír y no llorar, para estudiar más horas, para correr más rápido, para divertirse y ser tope-guay... Y no dudo que hoy por hoy sean "perfectos", dejen de ser conflictivos y obedeciendo al cliché, hagan exactamente lo que se espera de ellos. Pero ¿y la espontaneidad? Fijate en sus caras... carecen de expresión, de brillo en los ojos. Son la mera sombra de lo que fueron, casi que se olvidaron de respirar ¿Y eso es vida? Pues no.
¿Cómo se aprende a vivir? Tropezando primero.
"Coeur de Pirate" Béatrice Martin
Pese a la profesión, no soy nada partidaria de la medicación, aunque hay cosas que no tienen más remedio. Para la vida normal yo soy de las tropezadoras.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho la entrada y me ha recordado más de un experimento, que pese a como se "venden" pasa como con las estadísticas que también pueden colorearse a gusto del investigador. Yo me he prestado a muchos experimentos, uno de dolor, así que sí, me prestaría.
Besos!!
Aprecio mucho tu opinión, Marilú, como amiga ¡por supuesto! Y también porque sin duda sabes de lo que hablamos mucho más que yo.
EliminarEres muy valiente, por prestarte al experimento. Si lo hacemos, prometo infiltrar entre fotogramas la imagen de un helado bien fresquito :)
No esperaba menos, ya sabes, puedes poner sabores varios que no soy delicá!!
EliminarComo a ti te gusta, lleno de "colorines". Menta, choco y algo más :)
EliminarJajajajaja, creo que ya me has fichado. Con colorines, estás en todo!!! Y yo ya empiezo s imaginarlo :-)
EliminarYo también, qué hambre... Ojo que si sigues en el super y te emocionas con colores y sabores ¡te llevarás medio supermercado!
EliminarAaaah!! A riesgo de ser atropellada en el super, hoy soy primeeeee, así que... Por mi y por todos mis compañeros, pero por mi primero :P
ResponderEliminarYa hay una flamante ganadora, mal que le pese al resto de los concurrentes :)
EliminarAsí es, ¡Marilú, medalla de oro!
Te perdono,Marilú (mentira) por ser tú la que ha llegado (no te perdono) la primera a este estupendo lugar (creo que te odio).
EliminarBesos
PD: Saludos a Paul Auster
Algún día tenía que pasar (biquini) porque el podium no es solo de una (zapatos) y total siempre habrá amigallas (sol) para repartir (crepes). Te espero en la próxima carrera (septiembre?) Voilá! ¿quién sabe?
EliminarDesde mi austeridad ;) besos! jeje
¿Y por qué será que aunque nos restriegas tu victoria me queda buen sabor de boca? Lo siento, no puedo escribir más que de repente siento una necesidad imperiosa de ponerme los zapatos nuevos y pasear al centro a comerme unas crepes :) Y eso que tenía otros planes. Pero ¡mejor así! ¿no? (Mira lo que has hecho, serás brujilla...) Un beso
EliminarUna es más fashion y usa trikini, bonita (no soy tan hortera... de momento)
Eliminar¿Has pensado alguna vez que al mirar lo hacemos en fotogramas? Imagina que ves tu mano, son muchos fotogramas seguidos que dan la sensación de continuidad...¿qué es lo que confiere a esa discontinuidad la certeza de que es un mismo ente real la fuente de la misma?
ResponderEliminarEsa fue la base sobre la que Kant refutó el empirismo radical de D. Hume. ¿Y puedes pensar algo sin situarlo en el espacio y en el tiempo?, por eso mismo afirmó Kant que son las condiciones a priori de la sensibilidad o intuiciones puras. Como una tela mosquitera a través de la cual ves lo "que está afuera" y de la cual no te puedes zafar. Como lo ves, Fenómeno. Cómo será realmente, Noúmeno. Es decir, que lo que dices es perfectamente posible y no hace más que aplicar desde fuera algo que practicamos desde dentro y desde que nacemos.
El post da que pensar.
Un beso
Nuestra percepción visual en imágenes estáticas me ha sorprendido, Valaf. Y lo mejor, tiene mucho sentido.Tenéis razón, tanto Kant como su aventajado discípulo :) Cuántas veces me habré preguntado si lo que vemos es exactamente lo que es o solo una apariencia. De hecho hay días que algo cambia, quizás la densidad del aire o la intensidad de la luz y entonces todo a nuestro alrededor se torna irreal y dudas ¿verdad?
EliminarSeguiré dándole vueltas. Magnífico debate, un beso
Cierto, hay experiencias que implican estados no comunes de la conciencia en las cuales el tiempo y el espacio se tornan irreales. De hecho, en algunas franjas de la noche solemos pasar por "zonas" de ese tipo. En este punto debemos ir más allá de Kant, aunque el mismo acabó su Crítica de la Razón pura con una frase magistral: "he puesto límites a la razón para dar alas a la libertad"
ResponderEliminarLo decía por la no equivalencia entre "lo existente" y "lo real". Lo real sería, así, aquella franja del espectro de lo que "existe" sobre la cual tomamos conciencia. Pregunta: ¿es la evolución un mecanismo por el cual se amplia la zona "real"?
Ese fenómeno que se adivina en la noche quiero experimentarlo, estaré atenta.
ResponderEliminarSobre tu pregunta, me gustaría pensar que sí. Si la evolución es un mecanismo por el que se amplía la zona real, no sé si seremos más felices pero sí tendremos más posibilidades de sobrevivir en el entorno.
Me dejaste impresionada, Valaf, además de alegre y jovial eres profundo :) Touchée! Un beso
Me ha encantado el post. La verdad es que estaría bien el poder utilizar este método y dejar de lado tantas drogas legales pero creo que al final sería lo mismo pero cambiando las formas.
ResponderEliminarTropezar a veces sólo sirve para caer pero muy de vez en cuando sacamos algo positivo.
Saludos.
Hola, Alex, me alegra muchísimo que estés aquí. Tienes razón, tendemos a crear esa dependencia infalible de las cosas y en seguida nos enganchamos si no es a una, es a otra.
EliminarDesde luego cuántas menos veces tropecemos ¡mejor que mejor! Pero si caemos, por lo menos, que sirva para algo :)
Un beso
Ha desaparecido mi respuesta!!
EliminarPues, si, no sé que ha pasado,pues nada lo vuelo a explicar:
EliminarMe contaba mi madre de pequeña, que cuándo estrenaron en cine la película Lawrence de Arabia, que transcurre gran parte en el desierto, había "camuflados" fotogramas de Coca Cola fresquita. Ella no los veía por supuesto, se lo contaron, y cuándo la gente salía de cine, entre el desierto y las imágenes subliminales, pues de golpe a tomar una Coca Cola.
Yo me apuntaría sin dudar, si ves algún sitio que curen la manía de comer chuches y porquerías varias, apúntame!!
Besos Mere, tu entrada genial, como siempre!
Claro que sí, Laura, tu madre tenía razón. Por un lado el desierto, los fotogramas encubiertos de Coca-cola y la mirada de Peter O`Toole como para derretirse... Tiene que dar ¡una sed monstruosa!
EliminarSi descubro la cura contra las ansías de chuches te aviso, no estaría mal que los niños las cambiaran por zanahorias :)
Un beso
Mere yo me apunto a estas terapias, sobre todo la del sueño, si me pongo aquí a explicar todos los sueños y pesadillas que tengo tan complejos, te aseguro que alucinais!!!!!
ResponderEliminarBesossssssssssssssssss
Pd. toi dolida, xq yo no toi en el blog de I. i Laura si!!!! toi doplida xq soy una espia china y no lo he descubierto hasta hoyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy
En el blog de Laura yo??
Eliminar¿Ya sabes el nombre? Miss.I prefiere que no lo diga en abierto, pero os lo puedo decir por e-mail. Sería genial veros por ahí :) Un beso
EliminarYo creo que lo he descubierto, bueno gracias a tus pistas. Lidia: !chincha la niña!, !soy mejor espía que tu!
EliminarBesos!!
Laura tu tranquila son cosas del espionaje jejejejej
EliminarBesossssssssssssss
Entonces ya lo sabéis las dos ¡Genial! Y eso que he sido discreta... Sois grandes espías, lo mejor del gremio :) Bss
EliminarMe encanta!!!
ResponderEliminarComo todo,bien usado... pero claro...a ver en quien confías para algo así.Imaginas?
Aunque si,creo que aquí usas algo parecido para que siempre salga con una sonrisa.
Besos
Es el problema, que es un arma muy peligrosa. Y con un mal uso, sería otro modo de manipulación y en manos de según quien... Figúrate.
EliminarOjalá que el blog verde ¡tuviera efectos terapeúticos! Me gusta pensar que levanta un poco el ánimo :)
Gracias por verlo así, un beso
Wooow Mere, pues sí. Lo último que haría sería ponerme una pastilla en la boca y si se puede arreglar poniendo de la parte de uno y más sacando la idea del cine me apunto. Ya que hablamos de fobias, miedos... te diré que tengo fobia a la sangre (la de verdad y la que no es mía, a las agujas y a las serpientes y ultimamente he desarrollado algo de ansiedad con los viajes en avión, nunca me había pasado, he viajado mucho en avión y llegó un punto que para mí era casi como coger un autobús pero ahora no sé qué pasa así que la próxima vez que salga a correr abriré los brazos y planearé hasta el centro imaginando nubes. Mi integridad física está a salvo, corro por el ampo jeje. Un beso Mere :)
ResponderEliminarYo también tengo más miedo a los aviones antes que ahora, es desde que comprendí que van y vuelven 6000 km ¡sin que nadie los revise! Perdona, que se supone que tengo que quitarte el temor ¡no echar más leña al fuego! Yo cuando voy a volar, pienso: "Una vez aquí, de perdidos al rio". Sabes que un avión tuvo que volver al aeropuerto porque una chica histérica le dio por cantar a todo volumen (y rematadamente mal) aquello de Witney Houston "I'm always loving yooooooouuuuuuu" y conseguían hacerla callar... Ya verás, Yossi, seguro que pensamos en águilas, no llegaremos a eso :) Un beso
EliminarMere debo ser un caso raro pero no me dejo influenciar por nada, solo por la experiencia, esa en la que he dado muchos tropezones pero me he levantado a tiempo y he rectificado si hace falta y siempre hago caso al corazón en contra de lo que me dicta la mente, el yin y el yang siempre en desacuerdo, pero lo feliz que soy, !RELECHES!!!
ResponderEliminarMuchos besos
Es estupendo que no dependas de modas, opiniones, ni del qué dirán.
EliminarEsa lucha entre el ying y el yang, Sau, promete ser titánica. Si gana el corazón ¡eres tú quien guía tus pasos! Y eso es fantástico. Un beso
Hombre si es para dormir mejor lo que tendría que hacer un alma caritativa es quitarle a mi vecina los tacones y mandarlos lejos por lo menos a Siberia. Y los miedos y las fobias es que con los años se les coge cariño y claro que te los quiten asi con una pastillita pues no me gusta. Un besote
ResponderEliminarPara lo de los tacones, Rocío, no tengo aún el remedio. Ahora que si te sirve de consuelo, a mi me tocan el piano incansablemente.
EliminarLas fobias, también es verdad, son parte de nosotros. Las conocemos desde que eran chiquititas... tampoco hay por qué hacerles ningún feo :) Un beso
Yo, con tal de no tomar ni una sola pastilla, me apunto al experimento 2, miro la película las veces que haga falta y me quedo divina de la muerte.
ResponderEliminarSería genial si utilizasen así las terapias, en lugar de hacerlo para que compremos compulsivamente (que para eso sí que suelen utilizarlo)
Ay, esa peli... ¡quién la pillara! Yo, a fuerza verla 20 veces igual hasta me volvía más alta :)
EliminarCierto, quieren que compremos y compremos potingues, píldoras y ungüentos. Y lo peor es que estoicamente ¡nos las tragamos! Juegan con la salud, matando moscas a cañonazos. Un beso
Hola, Mere. De las fobías casi mejor ni hablar, pero para algunos excesos sí que el segundo experimento podría funcionar porque está claro que, a veces, lo que falta es poquito de incentivo :) Un beso...
ResponderEliminarEl segundo experimento es el chollo del siglo. Cómo eso funcionara, sería ¡una auténtica revolución! Imagina por un momento... Millones de mujeres felices ¡se acabaron los complejos!
EliminarLos hay que buscan joyas, ruinas milenarias, ovnis, pecios hundidos ¿no? Pues ¡yo daré con esa peli! Mi tesoro... Un beso
Creo que no me apunto, Mere. ¿Qué sería de mí con las broncas que me iba a echar mi voluntad? ¿Te imaginas el desamparo en que quedaríamos?
ResponderEliminarBueno, me tiro por lo tremendo. Besos.
Si el experimento te iba a reportar un conflicto existencial, entonces haces bien en dejarlo correr.
EliminarTu voluntad es tu mejor amiga, no la cabrees :) Un beso
Si hace efecto, la veo como la terapia ideal. No es dañina y si soluciona tu problema, ¿por qué no intentarlo? Lo que daría por no sentir lo que siento cuando veo cualquier tipo de "bicho". Me da algo! Eso no es fobia, es algo más, que me supera. :S
ResponderEliminarBesos! :)
Buscaré un buen truco cinematógrafico para quitarte la fobia a los bichos. Así, cada vez que veas una araña dirás: "Ay, que linda criaturita" ¿mejor? Eso sí, controlaremos la dosis, para que no te dé por poner un criadero de gusanos de seda en el salón.
EliminarEntretanto, si te sirve de consuelo te diré que Indiana Jones, ahí donde lo ves tan apuesto y aguerrido él, sentía pavor por las serpientes. Y aquí en casa, sin ir más lejos, tengo a alguien que oye la palabra "araña"... y va corriendo a ducharse :) Un beso
Jajajajaja! Para que veas, pienso en una serpiente, ratón y no me da ese repelús(siempre y cuando no sean srpientes venenosas).
ResponderEliminarGusanos de seda criaba de pequeña pero ver una avispa, araña, abeja, polilla, etc aaaagggggg !!! Mezcla de terror, asco y naúseas... Lo se, soy un caso perdido.
Un beso.
Buscaremos una solución, será mi primer objetivo. Estoy en ello, infiltraremos algo en las pelis "Tarántula" y "Marabunta"... ¿Qué tal unas fotos de Egipto?
EliminarSi funciona, te aviso :)
Egipto... Me parece genial! :)
ResponderEliminarHola Mere, la verdad es que yo le tengo una fobia terrible a los insectos en general y a las cucarachas en particular, solo de verlas me entra hasta flojera en las piernas, como dicen por ahí arriba prefiero mil veces coger una serpiente. Besos
ResponderEliminarAsí es, los insectos nos resultan desagradables, no quiero ni pensar qué les parecemos nosotros a ellos... Bss
ResponderEliminarHola Mere... he entendido muy bien los dos experimentos.
ResponderEliminarMe ha gustado que hay que tropezar para aprender a vivir.
Besos