El Monte Hýdōr no aparece en Google Maps ni lo sobrevuelan drones intrépidos. lo que no nos convierte en falacia, te juro que existimos. Su localización fue cartografiada por Jasón en tiempos de los argonautas. Fue Fineo, el vidente, quien le habló de la isla y de ahí que viniera a bordo de su nave Argos en busca del oráculo. Funcionábamos así, eran otros tiempos. Jasón supo lo que le deparaba el azar en su epopeya y emprendió una larga travesía que le llevaría hasta el mar Negro.
Nevó para él, los hados le serían propicios. Así estaba escrito en un intrincado de aristas más bellas que las estrellas de mar. Sencillamente, era su momento.
Cayó Grecia, dominó Roma y con el incendio de Alejandría, se
quemaron las cartas de Belerofonte que
nos mencionaban, condenándonos al ostracismo. Luego sobrevino una era convulsa, Asia
Menor pasó de mano en mano y nos vimos obligados a refugiarnos entre las brumas.
Entretanto el mundo nos olvidaba, caíamos en el anonimato. Cierto, hubo barcos
que se arrimaron a la costa sin reparar en la inmensa
cúpula transparente que cubre nuestros tejados azules ligeramente salpicados por copos de nieve. Sí, como las bolas de cristal que venden de
souvenir en cualquier ciudad, pero en grande. La que le
comprarías a tu madre a la desesperada si volvieras sin regalo del aeropuerto. De esas que meneas y dentro siempre es Navidad. Un paraje idílico, como de cuento, en medio del Mediterráneo.
Pero, volviendo al pasado. Al abrigo del Monte Hýdōr,
permanecimos ocultos por siglos. Y sin el consejo del agua, el medioevo de los hombres se
sumió en la completa oscuridad. Cesaron las preguntas y dejamos de leer el
oráculo a vuestros guías, presagiando lo peor... Lo sé, adoptamos una actitud cobarde. Fue torpe y
egoísta. Contra mi voluntad, dejamos el mundo a su suerte y de él se adueñaron las tinieblas. No pude hacer nada, mis mayores no me lo permitían. De modo que callé, no me quedaba otra y mientras se me revolvían las tripas sentí el hedor de la miseria.
Así y con todo, las nieves siguieron cayendo trayéndonos el
vaticinio de plagas, guerras, matanzas y revoluciones que contemplábamos
impotentes, no podíamos evitarlas sin exponernos al ultraje. Seguimos
observando la lluvia, el manantial, el rocío y la escarcha conscientes de que
cada gota pertenecía a un individuo y fluiría con él en un ciclo interminable.
Ahí estaban sus días retratados, al detalle. Luces indescifrables en medio de
la penumbra que solo pueden ser leídas cuando nieva. Pues son los copos de nieve
y no los genes los que marcan el sino de un hombre.
Poco a poco volvió la calma y superada la barbarie, intentamos actuar de
nuevo pero era demasiado tarde. Inventaron el telégrafo, la radio, el
microondas y sus botones de colores emitieron interferencias varias. Recientemente, vino la
televisión por satélite e internet nos dio el golpe de gracia. Una vez más
fracasábamos, se perdía la llamada del agua. Muchas inquietudes quedaban sin respuesta y se desvanecían con el eco un sinfin de predicciones.
Aún hoy nos hablan los cristales de hielo, nos dicen tantas cosas… Si bien, nadie escucha. Una auténtica lástima. De ahí, que me decidiera a actuar. Clamé al viento, grité mil destinos pero resultó inútil. Cansado de aguardar, me autoproclamé mensajero y desoyendo al gran maestre decidí partir por mi cuenta a repartir venturas. Lo que me trajo hasta aquí, en plena misión profética.
Ahora ya lo sabes, no soy de mantenimiento, me acabo de
cargar tu persiana y si llevo un mono naranja es porque en Gap estaban de oferta, no me he escapado de una cárcel de alta seguridad, Necesitaba
contactar contigo, hablarte de tu futuro y no se me ocurrió nada mejor.
Te veo aturdido, muchacho. Eres el héroe y nadie lo diría… Vamos, despierta. Ya estás afeitándote, despegándote de ese pijama manchado de ketshup y apagando la dichosa consola que Mario Bros jadea. ¡Dale un respiro!. Que con tanta brinco estúpido, hasta ha perdido la gorra. Lo sé todo de ti. Venga, pregúntame lo que quieras. Confíame tus sueños y te diré de lo que eres capaz. Nevó para ti, serás leyenda. Partirás y los dioses te acompañarán. Sencillamente, es tu momento. ¡¡¡Despierta!!!
Te veo aturdido, muchacho. Eres el héroe y nadie lo diría… Vamos, despierta. Ya estás afeitándote, despegándote de ese pijama manchado de ketshup y apagando la dichosa consola que Mario Bros jadea. ¡Dale un respiro!. Que con tanta brinco estúpido, hasta ha perdido la gorra. Lo sé todo de ti. Venga, pregúntame lo que quieras. Confíame tus sueños y te diré de lo que eres capaz. Nevó para ti, serás leyenda. Partirás y los dioses te acompañarán. Sencillamente, es tu momento. ¡¡¡Despierta!!!
Pero... ¿No dices nada? Si sigues ahí plantado, a lo tuyo. Si aún llevas los auriculares puestos.... ¿Has oído algo de lo que te he contado? Te ofrezco el poder, chaval. ¿Así piensas conquistar el mundo? Qué desidia. Qué falta de ambición. No lo entiendo, si eras El Elegido... O no.
Definitivamente me equivoqué contigo, se trata de un error de cálculo. Ahora lo veo, el deshielo y la polución adulteraron las muestras y debí malinterpretar los signos por culpa del cambio climático. Por lo visto, este oficio ya no es lo que era, nosotros nos hemos vuelto imprecisos y vosotros ya no anheláis forjar imperios ni cruzar angostos desfiladeros.. Me desviví sin motivo, un desperdicio. Me vuelvo a mi isla, ya no se precisan héroes. Y es que con esa apatía no iréis a ninguna parte... O sí.
Ya lo tengo, montaré un resort exclusivo en el Monte Hýdōr y os sacaré la pasta. Escrito o no... Sencillamente, es mi momento.
Definitivamente me equivoqué contigo, se trata de un error de cálculo. Ahora lo veo, el deshielo y la polución adulteraron las muestras y debí malinterpretar los signos por culpa del cambio climático. Por lo visto, este oficio ya no es lo que era, nosotros nos hemos vuelto imprecisos y vosotros ya no anheláis forjar imperios ni cruzar angostos desfiladeros.. Me desviví sin motivo, un desperdicio. Me vuelvo a mi isla, ya no se precisan héroes. Y es que con esa apatía no iréis a ninguna parte... O sí.
Ya lo tengo, montaré un resort exclusivo en el Monte Hýdōr y os sacaré la pasta. Escrito o no... Sencillamente, es mi momento.
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* Os pido opinión,
he de leer una historia en mi última sesión en el taller de relato fantástico de este cuatrimestre, tengo tres textos para elegir y no me decido. Si pudierais aconsejarme... ¿Cuál creéis que luciría más? Las opciones son:
1. "Cien cielos de cián".
2. "Puñales, rosas y viceversa".
3. "Nunca nieva a gusto de todos".
La razón de esta consulta: confío en el buen criterio de mis lectores favoritos. Gracias, amigos.
Voto por Cien cielos de cian.
ResponderEliminarEste último relato me parece más imaginativo -quizás por eso de que la fantasía es más evidente-, pero necesita un repaso como... agua de mayo. Hedor es con H. "Así estaba escrito en un intrincado de aristas más bellas que las estrellas de mar": aquí te falta el sustantivo al que aplica intrincado. "...el medioevo de los hombres se sumió en la completa oscuridad": una época (el medioevo) puede sumir, en todo caso, al hombre o a la humanidad en la oscuridad, pero no se puede sumir a sí misma. Y aquí tienes que corregir una errata: "mientras a se me revolvían las tripas". También me siguen chocando la ubicación de las comas...
La idea es buena pero la resolución no es muy coherente. Los isleños pueden conocer todo lo que ocurre en el mundo (salvo errores de polución), pero es difícil que puedan verse inmersos en la cultura del mismo modo. Lo digo por las referencias musicales o incluso dejes juveniles en el habla. A mí me resulta extraño. Pero la idea de una mitológica isla griega de agua, una especie de Atlántida oculta y perenne, me pareció buenísima. Quizás dé para otras historias. Creo recordar que Wonder Woman era oriunda de un lugar así, pero la variante de superhéroes de los cómic no son mi fuerte.
Siento ser tan crítico contigo, pero no te voy a mentir. Sé que escribes muy bien y la mejor manera de honrarte es con mi opinión sin cortapisas. Así que yo optaría por Cien cielos de cian, que me encantó. ¿Es este sábado la última sesión con Alejandro? Quizás pueda pasarme, aunque sea a saludar...
Besos
Isma
Hola, Isma. Tras el cómputo de votos Cien cielos de cián apunta como favorita. La falta ortográfica ya la he corregido, gracias, ese hedor sin h olía francamente mal. Respecto a "un intrincado" funciona como participio sustantivado. Las comas son mi asignatura pendiente, en eso voy poco a poco. Agradezco el esfuerzo corrector, Ismael, sé que lo haces con la mejor de las intenciones.
EliminarTocaba clase este sábado pero a Alex no le iba bien y la cambiamos para el siguiente de modo que quedan dos clases, el 4 y el 11 de junio. Lo que pasa es que ni Irene ni yo podremos ir a la del día 11 porque tenemos una boda en Córdoba así que el 4 será nuestro último día y el cumple de Sergio (el filosófico) y traerá merendola. Vente si puedes en cualquiera de las dos fechas, están deseando verte. Y tráete un relato, nos encantará escucharlo.
Hasta pronto.
Hola, Mere... También voy a votar por "Cien cielos de cían"
ResponderEliminarEn eso voy a estar de acuerdo con Isma, pero no entiendo qué sustantivo le falta a la palabra "intrincado"... es un intrincado de aristas
Y creo que cualquier escritor puede decir que una determinada época se sumió en la oscuridad dependiendo de los hechos que sucedan
En fin, que no nieva a gusto de todos ;-)
Me ha encantado que el Monte Hydor no aparezca en Google Maps... ya me iría a esa isla ;-)
Quizás hayan tenido suerte de poder refugiarse en las brumas que, por cierto, me encantan... de que el mundo les olvide y caer en el anonimato
Sí que entiendo que ver plagas, guerras, matanzas, revoluciones, y verte obligado a mantenerte al margen debe ser muy desesperante
Me ha encantado la frase "Los copos de nieve, y no los genes, son los que marcan el sino de un hombre"
He entendido que Jason se desengañe y vuelva a esa isla, que yo creo maravillosa
Creía que nunca llueve a gusto de todos... ahora sé que tampoco nieva a gusto de todos ;-)
Besos
Cien cielos de cián se destaca en el ranking :P
EliminarAsí es, Mela, intrincado funciona como participio sustantivado. Como enrejado, colmado, cercado... no califican, tienen entidad propia. Respecto a si el medioevo se sume o no... me tomo una pequeña licencia artística, en nuestro rincón cián pueden pasar estas cosas :)
El Monte Hydor es un paraje perdido, imagínatelo como quieras y acertarás :D Sí, tiene que ser muy frustrante contemplar cómo la vileza se abre paso la barbarie y no actuar, de ahí que nuestro mensajero no desistiera en su empeño.
Los copos de nieve son únicos, irrepetibles. Por eso lo relacioné con la identidad de los hombres y su destino. Qué alegría, Mela, reparaste en el contenido clave del relato. Si te interesa el tema, ha sido objeto de estudio por el Dr. Masaru Emoto que (fundamentada o no científicamente) nos ofrece una bella teoría.
El mensajero se desengaña al comprobar que la humanidad ha perdido muchos sueños e ideales por el camino.
Un besazo.
Se me ha pasado decirte que el vídeo me ha encantado
ResponderEliminarEl microcosmos es apasionante, Mela. Lo que resulta alentador, por si nos convertimos en ameba o pseudópodo en alguna reencarnación... Nos iremos de exploración :D
EliminarHola Mere
ResponderEliminarYa tienes la historia!! caramba, eres un hacha con la pluma! No hay idea que se te resista y eso es fantástico!!
Pides opinión entre tres relatos a cuál mejor...qué difícil aconsejar (sobre todo porque yo no tengo idea de las cuestiones meramente técnicas en las que puedan fijarse tus compañeros del taller) pero voy a ser el copo discordante y votar por éste, porque es cierto que nunca nieva a gusto de todos ;-)
Quizá Jasón no llegó a distinguir, entre la bruma y las barbaries, a tantos héroes anónimos que viven escondidos a los medios de comunicación...asi que que en vez de desilusionarse, por no haber acertado en su primera misión, y aprovecharse económicamente en su propio beneficio...(eso tiene un nombre ¿no?) mejor sería que extendiera la esperanza desde su mundo mágico. Y entonces nevaría a gusto de todos!!
Muchos besos.
P.D:El video es precioso
Sí, Mª Esther, la escribí. Todavía guarda un aire a lo que te conté, ¿no? Eso espero :)
EliminarNo se si se me nota mucho o no, pero me encanta ir contracorriente de modo que bienvenido ese copo discordante ;)
Tienes razón, esa sería la actitud más honesta como mensajero eterno de buenas nuevas y es fácil que recapitule en breve. Por ahora, tiene un calentón y con razón, toda una vida alertando almas y son ellas las que ahora le ignoran. Además el sistema falla... Pero estoy contigo en que superado el mal trago de la indiferencia, volverá a buscar personas con arrojo y coraje que haberlas, haylas, solo que a pie de calle.
Un besazo.
* El vídeo es real, así se forman los copos de nieve. Y refresca que no veas. Refrigeración mental, supongo :P
Como en cielos de cián aquí también mezclas temas que no tienen mucho que ver como los héroes griegos o la contaminación que da como resultado un relato original que termina con el protagonista un poco mosqueado.
ResponderEliminarNo se cuando acaba la votación pero mi voto va para cielos de cián.
Un besote
Sí, Rocío, los dos tienen un puntillo atemporal que me divierte mucho.
EliminarApunto el voto con gran satisfacción :D
Un beso