En la década de los 90 muchos fueron los naturalistas que se internaron en la jungla de Camboya y Vietnam en busca de especímenes aún no catalogados por la Royal Society. Fue entonces cuando los alemanes Peter y Feiler se hicieron con ciertos trofeos de caza del "Lingh Duong", extraño mamífero dotado de unos cuernos anillados y espiralados como jamás se habían visto y ligeramente divergentes, conformando como una especie de lira sobre el cráneo.
Nuestro ejemplar misterioso recibiría el nombre científico de "Pseudonovibus Espiralis" que se vió envuelto en polémica con numerosos detractores cuando un grupo de investigadores escoceses, bajo la inestimable protección de la universidad de Edimburgo, sacaron a la luz una enciclopedia china del siglo XVII en la que se describe un mamífero poco común que recibe el nombre de "Ling".
Dado que su singular cornamenta mostraba un enorme parecido con los hallados unos años antes por los naturalistas germanos durante sus trabajos de campo en la antigua Indochina, se consideró la posibilidad de estar ante los restos de un Auténtico Unicornio.
Y es que la coincidencia iba aún más allá, al detallar el manuscrito oriental los poderes mágicos de tan misterioso animal:
"Se parece a una cabra, pero más grande. Sus cuernos son y puntiagudos en los extremos. Vive en acantilados y utiliza sus cuernos para colgarse de un árbol y sin tocar el suelo, dormir durante la noche. Se supone que los cuernos poseen misterioso poderes para alejar las cosas malas. Los pueblos del Norte lo cazan y lo comen. Los pueblos del Sur lo comen para protegerse de ataques de serpientes e insectos"
Curiosamente el mito indochino presenta algunas similitudes con las leyendas de la Edad Media en Europa occidental. En los bestiarios fantásticos medievales el unicornio está dotado del poder de purificar las aguas contaminadas por el veneno de serpiente.
A ráiz de aquello, toda la comunidad científica tomó partido en tal polémica y el museo de historia natural de Kansas mostraron trofeos parecidos, hasta entonces atribuídos al kouprey. En busca de fuentes que perpetuaran tales reliquias, los investigadores estadounidenses aportaron relatos de cazadores de fin del siglo XIX y principios del XX que transcurren en esa remota región de Asia (apareciendo entre aquellos testimonios, las palabras de Theodore Roosevelt) atestiguando que los camboyanos distinguían entre el kouprey del khting pos, nuestro animal legendario.
"Los nativos también llaman al khting pos khting-serpiente, porque creen que el animal se alimenta de serpientes que las atraviesa con sus cuernos puntiagudos o las agarra por la cola cuando el reptil se refugia en agujeros. El khting no le tiene el menor miedo a las mordeduras de serpiente según los lugareños. Al escupir su saliva sobre las serpientes, el buey las hace caer de los árboles. Podría tener el mismo poder sobre los hombres. Los cuernos de esta vestia, conservados como talismán protegen de las mordeduras de serpiente".
Por entonces todo parecía encajar a la perfección desbordando fantasías hasta que el caso Pseudonovibos fue objeto de una investigación policial. Tan espectaculares cornamentas, que databan de los años 20, pudieron ser analizadas. Les fueron efectuados cortes histológicos e incisiones del hueso, se estudió su queratina y hasta se consiguió extrajer muestras de ADN, algo seco pero no contaminado lo que permitió afirmar categóricamente que todos aquellos cuernos habían sido alargados (probablemente con fuego) y sus anillados no eran naturales. Eran obra de un artesano ¿por qué no? de un verdadero artista, conocedor de las leyendas que circulaban en la Antigüedad sobre el animal mítico, los vendería como cuernos de Unicornio dotados de protección mágica.
Sin embargo Maurizio Dioli, investigador del zoológico de Londres,trabó amistad con unos cazadores camboyanos que aseguran haber visto al animal de cornamenta en espiral merodeando por las montañas.
"Khting pos es un animal raro, pero no extinto. Ya no están en la jungla, ahora habitan las tierras altas" - Les miró cara a cara, a esos ojos rasgados... Sin desviar la mirada, le dieron su palabra.
A ver en qué quedamos...
- ¿Existen o no los unicornios?
- No sé, pero ¿acaso importa?
Un libro: "La Dama y el Unicornio" de Tracy Chevalier (autora de "La joven de la Perla" Una hermosa historias de castillos y telares, donde pintura y puntadas se entremezclan forjando unicornios en baja edad media.
Describe hermosos lienzos, tintes e hilos y las personas de distintos linajes y gremios que hicieron posible la elaboración de una preciosa tela. Trata de tiempos oscuros en los que nuestro pintor protagonista es capaz de las peores miserias y también de las mayores noblezas mientras sigue la pista a un tapiz que nació de la vanidad para terminar por convirtirse en algo realmente bello... la vida tiene estas cosas, no todo es blanco ni negro.
Si el mundo es como es y cada lo cual lo ve a su manera... ¿Por qué no atisbar esquivos unicornios de un gris azulado o amarillos o verdes y hadas merodeando despeinadas mientras pasan a toda prisa por las aceras?
Hadas, duendes, gente corriente que sonríe sin más al bajar por las escaleras... Están por todas partes, llámales cómo quieras ¡hasta podríamos ser cualquiera de nosotros si nos pillan en un día bueno! No les busques, ni les extrañes siquiera. Aparecen de repente refrescándonos un instante como gotitas de lluvia con su dicha inmensa.
Muy interesante tu entrada, he leído la jóven de la perla y el azul de la vírgen, no conocía este libro de Tracy Chevalier, me lo apunto.
ResponderEliminarUn beso y feliz fin de semana
Lo cierto, Lidia, es que aunque el unicornio sale solo tangencialmente en la hª de Chevalier, me he visto tentada a incluirlo en la entrada porque interviene en un libro maravilloso, quizás el mejor de todos ellos (el de la Joven de la Perla también me gustó mucho, los demás menos). Gustándote el arte y las manualidades, creo que este libro te encantaría, pues Tracy describe los telares de Flandes de un modo exquisito. Gracias por la visita, bss.
ResponderEliminarqué sería de nosotros si no creyésemos en leyendas y fantasías, superticiones, brujas, meigas que haberlas hailas...
ResponderEliminarIncluso en libros actuales.
Una entrada fantástica.
Besos
Tienes razón ¿por qué renunciar a soñar si nos reporta momentos maravillosos? El mero hecho de imaginar, hace del mundo un lugar + hermoso. Besos
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