viernes, 22 de junio de 2012
Las 3 Mujeres de nuestra Vida
Muchos son los retratistas que intrigados se decidieron a indagar en el rostro de una mujer y éste les habló susurrando. Una arruga, una chispa que motea el iris, un gesto involuntario le delata sus secretos sin poder, sin querer evitarlo. Mira estas 3 mujeres, lee más allá de sus telas y encajes. Explora su pelo, su sonrisa, sus manos y verás a través del espejo... ¿Tres mujeres? No, son miles de ellas. Todos estamos detrás de esos ojos, cada cual a su manera.
MUJER ALGA
Nos remontamos a China en la dinastía Ming (1368 - 1664) El artista crea una policromía brillante y utiliza colores suaves, apenas contrastados y desvaídos: azules traslúcidos y verdes jade en torno a la figura de "La Portadora de ofrendas" (Museos Reales de Bruselas ) que parece emerger de un mundo de algas marinas. Todo a su alrededor espumea: los pliegues del manto, el tocado en su cabeza, hasta los obsequios sobre la bandeja. ¿Pero te has fijado? Sí, claro, todo eso está muy bien pero no es todo. Hay algo más, la dama oferente posee una boca menuda, lleva dibujadas las cejas y el óvalo de su cara es perfecto... Actriz sublime, borda su papel dando lo que se espera de ella. Es aparentemente sumisa y sin embargo en el fondo de sus pupilas entrecerradas asoma la poderosa y paciente determinación de la mujer china que aún contentándose con lo que tiene acaso sueña con algo más que le ronda por la cabeza.
MUJER ÁRBOL
El rostro exótico de esta muchacha figura en el famoso cuadro de Gauguin "Dos mujeres tahitianas" (Metropolitan Museum de Nueva York). Representa una de las aspiraciones de la humanidad que se perfila en la sencillez de los instintos primarios, la vuelta a los orígenes.
Gaughin peregrinó a los Mares del Sur en busca de autenticidad y la encontró en ella. Su mirada, sus formas... muestran lo que es en realidad, sin reveses ni recovecos. Se mueve por impulsos básicos y arde en deseos de ser feliz, libre, sin pensar en las consecuencias.
MUJER FLOR
El "Retrato Niña" de Joan Miro (Colección Prats, Centro de Estudios de Arte Contemporáneo) pintado por el artista en 1918 asume toda la fuerza poética de la inocencia en medio de una gran farsa. En verdad la mirada de esta muchacha nada tiene de ingenua, producto de una inteligencia que no pretende desvelar sus poderes a menos que sea sorprendida. Juega con los demás haciéndose pasar por una frágil muñeca mientras su carita de porcelana esconde una voluntad férrea, capaz de mover montañas tras su boquita de fresa.
ENTRE NOSOTROS
¿Reconoces a estas mujeres? ¿Te identificas con alguna de ellas? Fuera de contexto pueden resultar tristes, estriónicas, un tanto absurdas, incluso patéticas... pero seguro que las reconoces en furtivos instantes de nuestra vida, en días felices, en otros más grises y lluviosos. Sobreactuamos de continuo con la máscara puesta bajo un montón de capas gráciles y suaves que nos cubren de volantes como la cebolla tierna. En mayor o menor medida es el cóctel chispeante y explosivo de todas ellas lo que nos hace inquietantes e imprevisibles, tan hermosas y complejas.
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Una mujer, siempre un enigma, un misterio, un descubrimiento, y por supuesto, un reto...
ResponderEliminarTienes razón, Mr.A, nunca se sabe como reaccionará una mujer, hasta ella lo ignora a veces. Trémula, indecisa, impulsiva de repente... Y por extraño que parezca en ese torbellino de emociones radica parte de su encanto. Ojalá que lo veas así, un beso
EliminarClaro que la mayoría de las mujeres nos sentimos identificadas con una u otra de ellas en algún momento de nuestra vida, ya que yo creo que la mujer actual no es sino una mezcla de estas tres y una u otra sale a la luz dependiendo de las circunstancias.
ResponderEliminarUn beso shakiano!!
Claro, Shaka, tenemos algo de todas ellas. ¿Sería mejor ser una sola? No lo creo, somos sensibles e implacables, sencillas y complicadas pero también lo son los tiempos que corren y para seguir a flote, es preciso mostrar muchas caras.
EliminarLas mujeres son todas especiales. si pudiera elegir.. me gusta la mujer árbol. Me fascina.
ResponderEliminarBesos
La mujer árbol es pura pasión, la más auténtica. Bella y cristalina por dentro y por fuera pero en un mundo como el nuestro... sería tan maravillosa como vulnerable. Besos
EliminarOpino igual que mientrasleo, si tuviera que elegir una, la mujer árbol sin duda. Y ahora que que dices lo dices, he escogido bien, porqué creo que soy muy vulnerable. O más diría que me afectan mucho las cosas. Un beso Mere, tu entrada me ha enseñado mucho.
ResponderEliminarSi te pareces a la mujer-árbol, eres afortunada. Llores o rías siempre eres tu misma y la vida no te resbala. Besos
ResponderEliminarQue buena entrada. Yo no me siento identificada en ninguna de ellas pero me ha gustado mucho la información
ResponderEliminarGracias Albanta. Eran tres mujeres un poco tomadas al azar, nada más. Besos
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