* Kigo o ritual “palabra de estación”:
Cuando me callo,
la pared empieza a sonar.
Tarde primaveral.
Ejecución mañana;
igualo las uñas cortándolas,
noche primaveral.
El Haiku de la Muerte es una composición poética, heredera del jisei no ku o palabras al abandonar el mundo que cultivaran los samurais y culminaran con el Hara Kiri. También los kamikazes escribían esos tres versos lapidarios, a modo de despedida. Antes de despegar de Kambakutai para sobrevolar el Pacífico y estrellarse a bordo de un Aichi A3K1 Yokosuka Kotukai 1945 desprovisto de tren de aterrizaje. El Haiku de la Muerte pone fin a sus diarios con letra clara y serena. En la cuenta atrás, buen pulso y paz interior. Es un momento de lucidez. El guerrero se prepara una vez más para morir, saluda a la muerte. Con un lenguaje bello y desgarrador la contemplan cara a cara. La Muerte, su nueva morada. Ella le acogerá, cuando la vida se acaba.
Esos versos son su salvoconducto, su carta de presentación la víspera del Gran Viaje. La eternidad se hará eco de aquellos versos, de su épico desenlace. Y retumbará su voz, la voz del samurai que acepta su sino, asumiendo lo inevitable. Es un mensaje sereno, el condenado hace balance. Se pregunta por el mundo que deja atrás, por lo efímero de los días... Repara en el valor del instante.
Os traigo una historia de samurais donde está muy presente este sentimiento de Muerte honorable: 47 Ronin / 四十七士: La leyenda del samurái. Escenifica una de las leyendas más antiguas de Japón. Después de que un caudillo traicionero mate a su señor y les destierre, 47 intrépidos samuráis juran vengarse y recobrar el honor perdido. Obligados a abandonar su hogar y a recorrer nuevas tierras, la banda no tiene más remedio que pedir ayuda a Kai, un mestizo leal a su señor, para adentrarse en un mundo poblado de bestias míticas y terrores sin nombre.
* Célebre tanka (cinco versos), atribuido a
Sookan Yamazaki, ejecutado en 1540:
Sookan Yamazaki, ejecutado en 1540:
Si alguien preguntara
adónde ha ido Sookan,
decid tan sólo:
“Tenía cosas que hacer
en el otro mundo".
La brevedad del haiku encaja con la fugacidad del acto fatal. Solo tres versos. De hecho, en todos los haikus reside la idea del adiós que culmina en el Haiku de Muerte.“No hay ningún verso en toda mi vida que no sea un poema de despedida”.
* Escribió Bashoo en 1694. Y antes de irse, nos dejó:
Un viejo estanque:
se zambulle una rana,
ruido de agua.
En sus letras no predomina el drama, sino el temple. Algunos escriben haikus desde niños. Otros son poetas improvisados que aprenden la técnica del haiku ante el correr de los acontecimientos. Escribir un jisei no ku es despedirse de la vida con entereza. Refleja un último pensamiento. El escritor nos deja, la muerte le oprime.
Si el samurai que cae en desgracia, el fin de sus días se torna inminente.
Mis ideales no tienen columna vertebral,
como un muerto marchita rosa,
Mis pétalos brillan negro
Esos versos son su salvoconducto, su carta de presentación la víspera del Gran Viaje. La eternidad se hará eco de aquellos versos, de su épico desenlace. Y retumbará su voz, la voz del samurai que acepta su sino, asumiendo lo inevitable. Es un mensaje sereno, el condenado hace balance. Se pregunta por el mundo que deja atrás, por lo efímero de los días... Repara en el valor del instante.
* El filo de la katana, de hoja fina. En manos de su amo, corta la vida.
Suavemente la hoja corta
a través de la carne para aliviar la culpa
del deshonrado
Ronin, un samurai sin amo. Hombre errante, como una ola en el mar.
"Ahora, yo sólo veo el samurai delante de mí"
Sayonara baby, tendrás una muerte dulce. Y sucumbirás en trance bello y trágico... En Oriente, es la muerte entre cerezos. Lo que vendría a ser en Occidente Muerte entre las flores.
Hola!!! no conocia nada sobre los haikus de muerte y eso que la cultura japonesa me encanta desde que lei Memorias de una geisha. Me apunto la historia de 47 Ronin para leer, porque me ha llamado bastante la atencion, ademas me parece que han hecho una peli sobre esa historia.
ResponderEliminarUn abrazo
La película Ronin 47 es buena. Y al mestizo lo interpreta Keanu Reeves y el papel lo borda. Te gustará :) Bss
EliminarHola Mere... No conocía estos Haikus
ResponderEliminarMe gusta la poesía... solo una determinada poesía, la que transmite rapido, la que llega enseguida
Los Haikus también me gustan... aunque estos no van a ser mis preferidos
Es que la cultura de Japón, o las creencias que tienen no me terminan de convencer... demasiado honor, demasiado deber, demasiada obligación
De todos modos, quizás no esté mal escribir unos versos como despedida... y, por supuesto, la muerte es inevitable... incluso he leído que es un momento feliz
Una entrada muy culta e interesante
Besos
Es un tema triste, pero lo abordé por aquello de Halloween. Me pareció calmo y a la vez lo bastante inquietante para la fecha. Expresar no solo la muerte sino cualquier adversidad en los tres versos del haiku no solo es bonito, también creo que confiere mucha paz en las personas. Cierto, el pueblo nipón es solemne hasta el dramatismo pero su drama tiene un fluir... Silencioso y tranquilo.
EliminarUn beso
Va al trote, adelante,
ResponderEliminarpoco a poco anochece,
se tumba mirando a las estrellas.
Besos,
Ya te veo, ya, atravesando el reino tan gallardo a lomos de tu querido Stradivarius ;) Un beso
EliminarNo voy a dejarte un haiku que de momento espero que la muerte me espere más adelante (tengo algunas cosas que resolver) pero me descubres una despedida a este mundo. Un tanto fúnebre por otra parte pero, chica ¡es la oportunidad de dejar un legado! esas no llegan todos los días. La película no la he visto y de Japón hay muchas cosas que me asombran. Me gusta cómo sacas de tu fuente mágica entradas como esta, seguro que le pillan cerezos cerca o quizá, amapolas.
ResponderEliminarBesos!
PD: Me pasaré a leer mi capítulo atrasado cuando pueda y etc. tuve una semanilla algo demencial
No tengas prisa, Marilú, tienes un siglo entero para pensar tu haiku y para entonces igual ni siquiera te parece una buena idea. Es fúnebre, pero también es la oportunidad de contemplar vida y muerte con paz y sosiego. Buscaba algo que contar triste pero sin abruptos y se me ocurrió tratar este tema. La amapola es flor silvestre, delirante y breve, como la vida... No puede haber mejor lugar para hallar la muerte que un campo de amapolas :)
EliminarEl capítulo puede esperar, ML. Encárgate de tu vida, que es lo que importa. Y si no, pregúntales a los Samurais, que el harakiri nunca fue plato de buen gusto.
Un beso
La entrada la has bordado. Perfecta para esta época. A mi lo de los haikus se me da fatal y no deja de asombrarme lo mucho que se puede decir en tan pocas palabras. Los de muerte no los conocía, la película sí.
ResponderEliminar¡Besos!
Vuelvo luego que acabo de ver que me colé un capi. Ya me pareció raro el viernes que solo estuviera la de los detectives...
Los haikus tienen algo de sagrado, de algún modo colapsan un instante. La película me gustó mucho, claro que el que aparezca Keanu Reaves para ti es un aliciente.
EliminarLa novela es mi ilusión. Los reportajes, para mi, son secundarios. Todos tenemos nuestro corazoncito :) Un beso
Releche, pues es cierto que ya lo tenemos aquí, digo la noche del Truco o Trato...
ResponderEliminar...Respecto al tema que eliges para ilustrar la tradición que arrancó, Dios mediante, de las antiguas tierras celtas; de aquellos parajes en los cuales y esa noche...ni una luz se encendía en las casas para no atraer a los aparecidos que, entonces, cruzaban su dimensión con la física. Pues respecto al vehículo que eliges (ya me estoy liando yo sólo), el haiku...justo es reconocer que lo trajo a la taberna, hará unos años, un compositor de tales formas niponas y que además era vecino tuyo, de Madrid. Samuray era su nick (pero desapareció, si no en una noche de los aparecidos sí en un verano, creo recordar; me refiero de la blogos, haciéndole el harakiri a su propio blog). Pues bien, al principio los miraba muy de reojo, siendo como es que no me atrae demasiado la forma de ser de los japoneses, pero luego les fui pillando el tranquillo y adaptándolos a mi particular modo de ser y sentir. De ese modo, los alejé un tanto de sus motivos naturales pero jamás de la naturaleza entendida como Natura universalis (o así), es decir: pueden tratar de lo que sea, incluido el humor.
No obstante, nunca he hecho una incursión en su posible semántica terrorífica, fúnebre o melancólica, más que nada porque tendría que fingir demasiado y entonces las cosas ya salen como por donde la espalda pierde su nombre.
Un besazo!!!
Lo que pasa es que yo me crié sin calabazas. Ni esqueletos brujas. Todo eso no me dice nada. Además, me considero una ciudadana del mundo.
EliminarLo siento por tu amigo el de los haikus, espero que haya encontrado algo que le llene.
Haiku es poesía y el poema brota libre. No veo por qué has de fingir, nadie te ha pedido tal cosa. Me parece estupendo que imprimas a tus haikus un enfoque personal. Flores sin muerte o muerte sin flores.
Un beso
Ensangrentada katana...
ResponderEliminarLúgubre el aire está,
hasta en la muerte calmada.
Un abrazo antes de partir!!!!
Brillante, María E. Y de lo más siniestro... Al leerlo, he sentido tremendo escalofrío :O Gracias!!! Un beso
EliminarComo decía mi abuela que en paz descanse: "nunca te irás a dormir sin haber aprendido algo nuevo". Leyendo tu blog, querida amiga, es imposible que no se cumpla el dicho.
ResponderEliminarNo sabía que era "haiku", y también desconocía que "José uno ku" fuera un poema escrito poco antes de la muerte de su autor. Un poema de despedida... ¿Pero no es exclusivo de la cultura japonesa? Había pensado que si.
Uno que me ha gustado:
“Si no hubiera sabido
que ya estaba
muerto,
habría lamentado
perder la vida”.
キス :)
Jajaja! No eliminó el comentario sino que lo editó para que veas donde se ha equivocado ahora el diccionario :D
EliminarComo decía mi abuela que en paz descanse: "nunca te irás a dormir sin haber aprendido algo nuevo". Leyendo tu blog, querida amiga, es imposible que no se cumpla el dicho.
No sabía que era "haiku", y también desconocía que "Jisei no ku" fuera un poema escrito poco antes de la muerte de su autor. Un poema de despedida... ¿Pero no es exclusivo de la cultura japonesa? Había pensado que si.
Uno que me ha gustado:
“Si no hubiera sabido
que ya estaba
muerto,
habría lamentado
perder la vida”.
キス :)
Leo el primero "Jose" Releo ¿Cómo que Jose? Reconozco que Jose me chocó hasta dejarme pensativa. Y luego está tu segundo comentario ¡menos mal! Un alivio :) Tu diccionario es un cabroncete ¿lo sabías? No te fíes de él ni un pelo, que se las sabe todas ;)
EliminarEn origen, es poesía japonesa. Claro que con el tiempo terminó por influir en occidente. Siempre me llamaron la atención por esa dualidad, entre sencillez y conmplejidad. El instante sagrado que atrapa en solo 3 líneas.
Precioso el haiku que nos traes, Leo, da que pensar y en definitiva, invita a la vida.
Un beso.
Lo dejé porque me hizo mucha gracia jajaja! Me la tiene jurada! :D
EliminarSiempre me ha atraído la cultura japonesa por lo desconocida y diferente que es. De alguna manera he admirado los principios, ideales, filosofía de la vida, la honorabilidad de la muerte... que aunque haga pensar a los de fuera de su cultura que son personas temerarias, fanáticas o que han perdido el juicio por parecer que van buscando la muerte, pienso que es de admirar la entereza con la que la asumen, sean por los motivos que sean.
Un beso.
Eso es justo lo que quería transmitir con la entrada, Leo. Mi gran respeto a una cultura que sabe afrontar sus dramas con una calma melodiosa. Un pensamiento que sin duda compartimos :)
EliminarY sobrevivirán, seguirán a flote contra viento y marea porque el dolor y la desgracia les hace aún más fuertes. Un abrazo.
Maravillosa entrada, el de Bashoo es el más famoso del mundo pero sí, es impresionante, en estos haikus de muerte pedomina el temple, el resultado del alivio que supone componerlos tan embebidos en la cultura como nos explicas. Intentar haikus es un excelente ejercicio de escritura, primero sin respetar la métrica de las diecisiete sílabas (en japonés parece ser más fácil) y luego intentando darle la musicalidad, la frase de situalización, el hemistaquio y la conclusión... igual que hcía Unica Zürn, ahora no recuerdo cómo lo llamaba, cuando me acuerde te lo digo pero era coger un poema o un fragmento, deconstruirlo y volverlo a construir, usando las mismas palabras pero con un resultado distinto...¿a que me autoimpongo una trapia de haikus? No veas cómo me enrollo cada vez que vengo jajaja, lo siento. Un beso, Mere :)
ResponderEliminarDe eso se trata, de sintetizar el trance de la muerte en unas pocas sílabas. Como algo tan complejo se puede reducir a un pensamiento, a un sagrado instante que si bien parece que se escapa, perdura en esencia en esas tres líneas.
EliminarNo me extraña que Unica Zürn, con su temperamento audaz e inquietante, se acercara al haiku con tanta dedicación y respeto. No es para menos. Desbaratar y recomponer... ¿No consiste en eso la vida?
Me gusta cuando plasmas tus pensamientos sobre un comentario, Yossi. Por favor, no dejes de hacerlo. Genialidad y conocimiento, con un toque kirsh... Mi buen amigo, eso no se encuentra todos los días ;) Un beso.
He descubierto los haikus a través de los blogs amigos y he ido aprendiendo poco a poco de unos y otros. Hoy aprendo algo nuevo, porque no sabía de que en origen fueran composiciones de despedida antes de enfrentar la muerte.
ResponderEliminarMe parece una composición difícil, pero con atrevimiento hace poco me decidí a intentar componer uno. Fue todo un reto y no descarto volver a intentarlo, aunque me inclino más a los temas de la naturaleza y el amor. De momento prefiero no pensar en despedida definitivas :))
Besos
Es una composición difícil, tanto que hace falta toda una vida para cultivarlos por completo. Tu intento, me parece estupendo. Un tema ligero, sabia elección. Invita a disfrutar del momento :) Un beso
EliminarConocía los haikus por haber leido alguno por twitter pero después de leer tu entrada creo que son algo más interesante e importantes que poner cuatro frases y ya está.
ResponderEliminarBesos y como dice Leo no te iras a la cama sin saber una cosa más.
Los haikus encierran toda una vida y también le ponen punto y final si es preciso. Si aprendemos cada día, Rocío, seremos unas dulces abuelitas octogenarias :) Un beso
EliminarPues no sé si sirve para afrontar la adversidad pero ¿quién no ha escrito un poema cuando tienes el corazón roto? Algo tendrá el agua cuando la bendicen... :)
ResponderEliminarHaikus, los conocía, aunque no concretamente estos haikus de muerte. Yo lo ibo a tener crudo con lo mal que se me da resumir, como para condensar mi vida o mi despedida en tres versos.
Ahora, también te digo. A mí el haiku de la rana, Mere me ha dejado un poco con ojos de rana, la verdad...
Abrazo y una vida dulce para ti, Mere!
El hombre y la poesía nos guste o no están ligados por siempre. Las canciones no son sino poemas con acompañamiento... Según se mire, recitamos a todas horas y nos embarga el sentimiento.
EliminarEsa rana es legendaria. No es casualidad que te haya impactado, ha dado que hablar por siglos. Un beso
Siempre me ha sorprendido que se pueda decir tanto y con tanta intensidad en tan pocas palabras. Eso sí, conocía los haikus, pero no conocía los haikus de la muerte... Hoy me acuesto sabiendo una cosita más.
ResponderEliminarBesotes!!!
Si ya son crípticos de por sí los haikus, los de muerte ya ni te cuento. Son lapidarios, ¿verdad? En su sencillez, radica la fuerza del mensaje.
EliminarUn beso, Margari.
No soy muy fan de las composiciones cortas. Les tengo un poco de tirria a los microrelatos, que también buscan la palabra exacta. Como en los haikus, que son poesía. Poesía efímera, ese concepto del que los japoneses están tan imbuídos. Efímeras son las flores que idolatran en primavera y en otoño. Efímera era la vida de un ser humano en los tiempos medievales, y por eso florecieron los haikus, piezas que se degustan y desaparecen; y por eso floreció la ceremonia del té, un ritual exacto en el que solo importa el ahora. Sí, el ahora es efímero, y la vida nos lo parece cuando se acaba.
ResponderEliminarBesos
Ismael
Hola, Ismael. Sí, ahora que lo dices los haikus son versos efímeros. Y desde luego, la cultura nipona rebosa símbolos de ese sentimiento fugaz que lo envuelve todo en la vida. Como la flor del cerezo... ¡Cuánta razón tienes! Aunque a aquello de la fugacidad del ser, también le veo su puntillo romántico (en sentido amplio).
EliminarPrecioso comentario, Ismael. Un beso.