martes, 10 de marzo de 2015

"Ponte en mi LUGAR"


A veces sueño que soy diminuto y así huyo de una marea humana. Si siempre me agobiaron las multitudes, de un tiempo a esta parte noto que me ahogan. Es entonces que despego y me vuelvo muy pequeño, tanto que aterrizo sobre una pista de limón y me deslizo en bañador sobre el hielo. Y lo mejor de todo, por un rato me olvido de mi mismo. Es más, casi no existo, Y sentirme minúsculo me reconforta. Ni viento ni frío, todo es perfecto. Mi visión es más colorida que la pradera de los Teletubbies. Me abro paso a brazadas por un lago de chocolate pringándome de ColaCao hasta las amígdalas. ¿Mi ropa? Impoluta. ¡Qué gracia tendría que me ocurrieran calamidades! Esquivo obstáculos en la despensa, cambio de estante gracias a una oportunísima escalera de galletas María. Asciendo la duna de sal sin jadeos y eso que tengo asma porque nada de lo que está pasando es real. Y no me arden los pies porque tampoco es una pesadilla. Bordeo una montaña de curry camino de la cascada del grifo y el agua resbala. Estoy en el Niágara, mi Niágara de acero inoxidable. Entonces me tienes feliz como una perdiz en la antesala del Nirvana.




No soy propenso a arriesgar, hasta ahora me he movido siempre entre parajes conocidos. Me limité a merodear por la cocina donde me siento cómodo. Mi finisterre es el patio. Mi máxima temeridad, saltar de maceta en maceta sobre el poete de la ventana. Más allá, el abismo. El sol parece tan lejano que no brilla para mí. Es cuando tomo conciencia de que me he vuelto casi invisible pero poco importa. Tú eres mis ojos. Desde el geranio descubro el que será mi refugio de primavera. Hallo una seta, ya tengo sombrilla. Mi compañera de juegos es Lola, la tortuga de la tienda de mascotas. Por lo visto también anda desubicada, diría que no termina de encontrar su sitio. Le pongo una cinta en la frente, si grito acelerará el paso. Vendrá y se convertirá en ninja. Incluso en el paraíso has de cubrirte las espaldas, soy extraordinariamente precabido. Las orugas me espantan. No tanto como el mañana que me aterroriza.





De sobras te conozco, te mueres por protegerme: “Cómo te caigas dentro de una lata de atún en escabeche, vas listo” o “Si te arrastra el torbellino del inodoro lo tienes crudo”. Pues mira: Crudo, lo que se dice crudo, va a ser que no. Para empezar, el atún viene enlatado. Peligros, asumo pocos. Si me apuras, aventuras las justas y previamente atando cabos pues odio los imprevistos. Mejor calla, no digas nada y limítate a escuchar. Hazme caso, desde allí abajo todo es grandioso. Etéreo. Sublime. El tiempo se detiene y los olores se magnifican. Mi sola ilusión... Aunque tampoco espero que lo entiendas.





Tuve un mentor de niño, tantos sábados con Maya y su sueño recurrente de escapar de la colmena. ¿Dije sueño? Mentí. No llego a dormir, viajo despierto. Y sé bien lo que hago, no me creo pájaro como Birdy ni me imagino a 6 patas tras el escarabajo de Kafka.  Pero sí de copiloto con Jonás y su ballena o de polizón con el Capitán Nemo. Ay, si se me llevaran bajo el mar me empaparía el silencio. Pero abordo solo hay sitio para criaturas legendarias, seres extraordinarios. Y yo ¿qué aportaría? Nada. Con lo que volvemos al principio: El submarino amarillo partiría de nuevo sin mí. Otra bofetada, mejor desisto. Por eso es que perfilo un mundo a mi medida ¿tan malo es? Voy a mi rollo y no molesto. Me evado, floto ingrávido cada vez más lejos. El horizonte me tienta, deseo volar a cielo abierto. Ya, ando jugando con fuego. Podría cruzar la línea, esa que separa el delirio de la cordura. La rozo con la yema de los dedos. ¡Y qué! si doy el paso. Solo tú me echarás de menos. Lo que explica mi decisión: ¿Por qué tú? Aún me ves. ¿Qué espero de ti? Muy sencillo: Ponte en mi lugar, solo un momento. Por si voy más allá y acaso me pierdo.







martes, 3 de marzo de 2015

Recitamos a Gª Márquez. Pasen y LEAN.







Colombia es un gran país que ha sufrido muchísimo en las últimas décadas en medio de una guerra civil encubierta y por fin en estos últimos años parece que remonta, consolida la paz y comienza a ver la luz. España pretende prestarle su apoyo, estrechar lazos, colaborar en proyectos empresariales que favorezcan a ambas partes. Colombia es el invitado a Arco 2015 y en señal de consideración y bienvenida Fundación Telefónica ha preparado un extraordinario proyecto digital:



En él confluyen todas las artes escénicas. Se trata de un homenaje a la lengua que nos une y al delicioso habla del pueblo colombiano. Por supuesto Gabriel García Márquez está en "boca de todos" por su maravillosa prosa y fuente inagotable de gentes y tradiciones. Y así el nobel colombiano inspira esta obra innovadora: Partiendo de sus palabras ingenieros, compostores y expertos en videarte crean una tempestad sensorial sin precedentes.

Pero es un proyecto de todos, necesitan NUESTRAS VOCES. Aquí es donde entramos nosotros. A partir de ellas, concebirán sonidos e imágenes. Por eso te invito a navegar por este evocador Mar de Palabras. Te auguro un viaje inolvidable.

* MAR DE PALABRAS (link de acceso a web
-Pinchas en NAVEGA.
- Seleccionarás con tu click un grupo de LETRAS FLOTANTES que como en una sopa de letras, formarán una palabra.
- Con tu click aparecerá UN PÁRRAFO de la obra del maestro que incluya dicha palabra.
- Primero escucharás a otro cuyo timbre brotó en algún lugar y leyó antes que tú.
- A continuación te tocará a ti LEER EN VOZ ALTA ese fragmento que indirectamente elgiste. Disfruta, entona. Hazlo despacio, tienes 30 segundos (tiempo de sobra)
- Se GRABARÁ y tu voz será escuchada aquí y allá, en medio mundo.
- Hablarás de Macondo, de Cartagena. Tu boca sabrá a trópico, a Caribe... Traerás contigo la bruma del Río Magdalena.






Recitamos y es el detonante. Con nuestra "plática" la travesía lejos de terminar, comienza.  Solo "empacamos", nada más. Porque a partir de ahí, actuarán sofisticadas máquinas: 50 impresoras 3D trabajarán día y noche para materializar más de 10.000 palabras. Con nuestra voz como base, cientos de sensores se activarán y seremos una gotita, literalmente. Parte de un todo, el océano. Aquí tienes la obra que resulta y se presenta a tiempo real en La Casa del Lector (Matadero) Es dinámica, mutante. Cambia sin cesar, con el oleaje de nuestras palabras y las de todo aquel que recita creando olas en movimiento. El agua fluye a ultramar, con nuestros mejores deseos.