¿Cuántas veces te has sentido invisible, relegad@ a un segundo plano? A mi me pasa a cada rato. Una cosa es ser discreto y otra muy distinta comprobar que no importa demasiado ni lo que hagas ni lo que digas... Y aquí, la menda, rebosa energía ¿entonces? Así es, hay personas carismáticas e influyentes como el Rey Midas, cuya voz tiene eco y convierte en oro todo lo que toca. Y luego estamos esas otras personitas, pequeñas Cenicientas, que desde que extraviamos el zapato de cristal a medianoche, con las prisas, no llegamos a encontrar el norte y pasamos bastante desapercibidas. Y tú dirás, si ser prudente está muy bien. Pues sí, pero ¡¡¡no todos los días!!!
La de veces que hacemos algo realmente bien o tenemos una idea genial, incluso luminosa. De esas que lo iluminan todo, sí, que brillan por sí solas. Ahí estamos, paladeando el éxito, saboreando la victoria. Pero entonces por arte de magia... Flush! De repente la gloria se esfuma y sin más, se la atribuyen a otro. Y es que hay gente que parece avocada al Mundo Invisible... Al menos así ha sido hasta ahora. Porque todo eso ¡se acabó! ¿entiendes? Y es que Los Invisibles muy pronto van a dejar de serlo. ¿En qué me baso? He aquí los primeros indicios: Son los pioneros. Y RUGEN ¡vaya si rugen! Para hacerse un sitio en su entorno, cada cual con sus pequeños sueños:
Fecha: Martes, 18 de febrero. Lugar: Estación de Atocha.
Hechos: El Coro de Trombones del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid dirigido por Enrique Cotolí interpreta para los presentes, el concierto "Música a la vara". Aquello es un acto inusual, un verdadero hito: Por una vez el trombón bajo será el amo y señor ¿Qué tal? ALUCINO.
Y es que el trombón no es precisamente un instrumento solista. Suele limitarse a marcar un ritmo continuo, a acentuar el contraste mientras un mágico Stradivarius estalla en acordes vibrando prodigiosamente. Entonces el trombón queda en la sombra, siempre a la zaga de otros vientos de peso o de las cuerdas sublimes. Si bien en esta ocasión, NO, serán ellos quienes entonen la melodía... Es una realidad ¡la rebelión de los trombones! Que resoplan en todo su esplendor, al unísono... ¿no es fantástico?
¿Lo ves? Se avecina
una auténtica revolución, esto lo cambiará todo. Después vendrá el
solo del barítono, el protagonismo del eterno contrabajo. Y trascendiendo
de la música, muchos serán los objetos y seres olvidados que volverán al candelero con entusiasmo febril, con una fuerza inusitada.
El humilde
burro, la modesta alpargata, el polvoriento baúl del desván, la canción
trasnochada, el osado inventor, el fotógrafo de ornitorrincos, la cantante en la ducha, el
primoroso artesano, la camarera buenorra, el eterno copiloto, el ventrilocuo, la corista, el titiritero, el reparador de transistores, el afinador de pianos, la radiotelegrafista, el jugador de petanca, el erudito en lenguas muertas, el poeta llorón, la amante despechada, la adolescente incomprendida, el fan de los Chunguitos, el hincha del Real Zaragoza, el campeón de tres en raya, el zapatero remendón, el
bailarín de claqué, la anciana maquillada, el nostálgico de los westerns, el galán de Imperio Argentina... Son mis héroes de medianoche, los putos amos. Poseen la palabra, tienen la voz, solo que aún no lo saben. Andan perdidos, vagan a la deriva. Desde que cogieron ese tren a ninguna parte, no terminan de encontrar su sitio... Riiiiiiing!!! Pues bien, llegó su momento. ¿Cuándo? Hoy mismo.
Pero
¿cómo despertarlos? Con una CANCIÓN que
invita al RUGIDO:
ROAR!!! LA LLAMADA DE
LA JUNGLA. Y a falta del Tarzán de turno,
pues tiramos de Katy Perry que tiene marcha para rato.
pues tiramos de Katy Perry que tiene marcha para rato.
Y ojo, que
es CONTAGIOSO... Snowpocalyse, Univ. Arkansas.
Ellos ya están listos (desde min 1.17)
Ellos ya están listos (desde min 1.17)