viernes, 12 de septiembre de 2014

El Aire Perdido




Lo que te voy a contar, no es ningún secreto. Darwin ya nos reveló tal circunstancia que se da en el planeta desde el principio de los tiempos: Resulta que los animales mutan para sobrevivir y es así como se hacen más fuentes. Claro que eso tú ya lo sabías. Bueno, ¡no todos! Los humanos evolucionamos, sí, pero no siempre hacia delante.

La vida sedentaria suavizó los rasgos del Hommo Neardenthalensis, que crece y madura en cerebro y estatura. Pero como siempre que apuestas, hay una contrapartida. También pierde vello, musculatura y lo que es peor, el instinto: agudiza la vista desdeñado los demás sentidos.

Adiós al susurro del viento. Adiós al olfato rastreador del depredador de las estepas.

- Mujer, pero si ya no cazamos jabalíes -me dirás.
- Pues también es verdad -asientiré- y el hedor a agua estancada de los burgos medievales no incitaba a pegar la nariz, precisamente.

En cualquier caso, fue nuestra elección. La humanidad renunciaba así a su facultad innata de escudriñar el aire y analizar su contenido. Y el hombre se especializó, por así decirlo, en el deleite de gratos aromas sumiendole respecto a otros menos flagrantes en el olvido. ¿Y quién puso la guinda al pastel? Pues Catalina de Médici. Muy golosa, por cierto.


 Así fue: La reina Catalina, tras contraer nupcias con el rey de Francia, en pleno arrebato nostálgico por su amada Florencia, hizo llamar a uno de sus cortesanos experto en cultura clásica y humanidades, iniciado en alquimia y buen conocedor de las artes oscuras. Le hizo venir para encargarle una tediosa labor: la de crear un perfume de mujer a partir de un ramo de flores. Desde entonces, un encantador pueblo provenzal de nombre Grasse abandonaba el negocio del curtido, tinte y confección de guantes de piel para agasajar sin límites a la signorina Katherina. Convirtiéndose de la noche a la mañana, sin más, en la mismísima capital del PERFUME.

Entretanto el rey galo no se quedaría a la zaga de su esposa en su eterna búsqueda de exquisiteces y pasaría su ocioso tiempo disfrutando de los más delicados vinos anejos de Burdeos, espumosos de la Champaña, olorosos de la Abadía de Chartreusse.


Como veis, llegábamos a un punto sin retorno: Con la sofisticación, el olor del aire se desvanecía para siempre, dando paso al concepto del aroma. Y todo esto está muy bien, ¡vaya que sí! Pudiendo embriagarse en esencia floral, nadie en su sano juicio se decantaría por hundir la cabeza bajo la tapa del inodoro.

Ojo, pero si ya no detectamos los olores nocivos... ¿Quién diantres lo hará por nosotros? Tranquilos, que no cunda el pánico,  el hombre no está tan indefenso como cabría esperar después de todo. No estamos desprotegidos, desde antaño contamos con ciertos recursos:

Históricamente fue el piar de los canarios al inhalar gases dañinos en las fábricas, con su repentino mutismo, avisaban del peligro a los obreros. También por entonces se encendían velas en las minas que se apagaban oportunamente por la falta de oxígeno.

Naturalmente, hemos ido más allá en todo este tiempo y hoy en día existen en el mercado detectores de gas eficaces y precisos.

"Deléitense pues, queridas damas, con la fragancia del tulipán. Y usted, caballero, saboree ese caldo de intenso bouquet a encina seguido de un ligero toque afrutado. Pajarillos, cantad; cirios, flamead al viento. Si hay guardianes que custodian el aire que respiramos... Vivamos pues, entre delicatessen."








30 comentarios:

  1. Hola Mere... ha sido una agradable sorpresa ver que estás de vuelta... ¡Bienvenida!
    Me he deleitado con la fragancia del tulipán ;-)
    Y me ha parecido perfecto que la reina Catalina pidiera que le crearan un perfume
    Ahora, si los humanos no evolucionamos hacia delante... mal asunto ;-)
    Bueno, encantada de leerte y muy contenta de que estés de vuelta
    Espero que hayas disfrutado del verano... yo creo que sí ;-)
    Besos

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    1. Querida Mela, ¡qué alegría me da tu visita! El verano, genial. Y algo me dice que el tuyo también ha sido fantástico.
      Espero que sí, que demos algún pasito pá lante,como María (de Ricky Martin) de vez en cuando.
      Me pondré pronto al día, añoraba esto. Un beso

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  2. Encantada he quedado de esta historia de aires, de perfumes, de olores... Pero más encantada he quedado de verte de nuevo por aquí!!! ¡Gracias por veniiiirrr!!!
    Besotes!!!

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    1. Parece que ya he vuelto, Margari. Y con ¡las pilas puestas! Gracias por la bienvenida. Vengo dispuesta a dar mucha guerra :) Un beso

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  3. Muy buenassssssssssss Mere!!!!!!!

    Me alegra muchísimo verte de vuelta a ti también, veo que poco a poco todos nos vamos reincorporando a los espacios blogueros, aunque todavía el calor anda dando sus coletazos resistiéndose a que el otoño le tome el puesto. Me encanta tu post, creo que el ser humano ha ido perdiendo su sentido del olfato en su mayor parte, imagino que tampoco tenemos que salir intentando descubrir a un depredador por los alrededores aunque bien pensado, tal vez sí nos iría bien poder hacerlo en alguna ocasión.

    Besitos

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    1. Hola, ya estamos por aquí de nuevo. Y las risas ¡qué no falten! Ojalá nuestro olfato nos dijera si alguien es buena gente o se trata de un canalla con segundas intenciones. Me temo que no funciona así. Quizás por eso cada día somo más desconfiados.
      Un beso

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  4. Hola Mere!!
    Qué bueno verte a la vuelta de nuestras ausencias... Pues yo soy un homo sapiens raro, más que vivir la vida la siento y veo poco y mal. Mi sentido más agudo es el oído y me gustan cosas como los últimos baños del verano por el frescor del agua y por el otoño que acecha y varias cosas que si yo te contara.... No he evolucionado, Mere... Pero casi que me alegro. Un beso :)

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    1. Tener esa percepción del mundo tan sencilla y a la vez, extraordinaria es grande, muy grande. Es un don, Yossi, no lo pierdas nunca.
      Un beso

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  5. Abro la puerta de casa y un olor me embriaga, me envuelve y me trae recuerdos del ayer, me siento en mi sillón preferido esperando la venida de ese plato tan querido y que me llena de añoranzas.

    !Besugo al horno!

    Placer de dioses pequeños.

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    1. Ay, ¡cuánta razón tienes! Una gran comida.... Eso te despierta mil y un sentidos. Tú sí que sabes :)
      Qué bueno, saber de ti. Un beso

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    2. ¡Mere!¡estás de regreso! :)))
      Antes de decirte que no sabía que tenía tanto en común con Catalina, ups, ya lo he dicho ¿un dulce, por fa? Bueno, pies a eso iba que desde la inauguración quería anunciarte que ya tenemos Starbucks!puedo buscar mi café! Desde la celebración de tu cumpleaños he husmeado y ¡alehop! Estamos en misión, pongo la narizya que la cosa va de aromas.... y siiiiii es uno de mis "Buenos sentidos".
      Un besote!!

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    3. ¡¡Qué bien!!! En el Starbucks te lo vas a pasar pipa descubriendo olores. Con que un buen olfato ¿eh? Te felicito. Oliendo irás mucho más allá, distiguirás detalles para la mayoría escondidos :)
      Un beso

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  6. Hace siglos que no sabía de ti y de tus curiosas entradas. Me alegra saber que has vuelto. Besos.

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    1. Pues ya estoy de vuelta, con mucha ilusión por el reencuentro :D
      Un beso

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  7. Oh!!! Qué alegría que estés ya de vuelta! Voy a leerte ahora mismo!! :D

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  8. Hola de nuevo querida Mere!

    Me ha encantado tu entrada. La primera de vuelta de vacaciones. Catalina de Medici y su relación con el perfume me ha hecho recordar la historia de los "guantes perfumados" y que seguro que conocerás pero por si a alguien le pica la curiosidad resumiré a continuación:

    Catalina tenía trato con toda clase de personajes, desde Leonardo da Vinci a Jean de Galimard, un perfumista que servía al rey Luis XII. Este personaje crea en Grasse (Francia) una idea que revolucionó las cortes de medio mundo. Los guantes perfumados.

    Galimard, en un encuentro con la bella joven Catalina, le hace entrega de unos guantes perfumados. Ante tan innovadora idea, Catalina encantada, es invitada a una fiesta por el rey Luis XII en palacio y para esa recepción se los pone. Al saludar al Rey, este queda impresionado por el aroma que desprenden sus guantes. A partir de ese momento una de las tantas modas de la época era perfumar los guantes con aromas diversos.

    La conquista de los guantes perfumados en los nobles, fue su capacidad para esconder los olores mundanos del ser humano, de calles llenas de inmundicia y putrefacción. Solo aquellos guantes daban una licencia al fino y profano olfato.

    Los guantes más apreciados y perennes en olor, eran, paradójicamente de ámbar gris. Su origen, resumiendo, es bastante hediondo, ya que se compone de una papilla pestilente que fermenta en el estómago de los cachalotes y flota en el océano. Por acciones de la naturaleza tan sabía, del agua, el viento y sol termina después de un tiempo por desprender, un aroma tan intenso que los elementos impregnados de él, recibían un elevado valor.

    El ámbar gris es un gran fijador en el mundo del perfume, además suele potenciar este.

    Me resultaba interesante aunque espero no haberme explayado mucho ;)

    Un abrazo.

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    1. Y bueno, ya que ha salido Catalina de Médicis en esta entrada y sabiendo como me gusta el mundo de la química, decir que es una de las reinas más interesantes que conozco. La formaciónan tan estricta y variada que recibió y el interés y conocimiento de diversos campos tanto de la Ciencia como Humanidades hace que me resulte un personaje histórico destacado. Más si era la Alquimia una de las Ciencias que practicaba aunque sus propósitos no fueran para nada inocentes...

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    2. Querida Leo, yo estoy que no me lo creo. Figúrate, volver y reencontrarme con tan ¡¡¡buenos amigos!!! Pues claro, más feliz que unas castañuelas :D

      Me has dejado extasiada con todo lo que nos cuentas de este gran personaje histórico: Katherina de Medici. Fíjate, lo que más me ha sorprendido es la educación tan completa que recibió. Para ser mujer, todo un privilegio. Y el lado oscuro de la alquimia que dejas entrever en el último párrafo... Una era apasionante ¿verdad? ¡Qué tiempos, aquellos!

      Gracias, Leo. Un placer leerte :) Besos

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  9. Hola!!!
    Me ha llegado cierto aroma a perfume embriagador, de ese que al paso de ciertas personas por la calle deja una estela de alivio después de sufrir los humos de los coches, las alcantarillas resecas o los vapores del recién puesto alquitrán... Y eso que hoy mi olfato está saturado de aroma a manzana, canela y mora, toda una delicia igual que tu vuelta!!!
    Rabe'rIt jup jIH, Mere!!

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    1. Ahí le has dado, María E., odio el olor a alquitrán. Definitivamente, me quedo con esa cocina bañada en manzana, canela y mora... ¡quién pisara esas baldosas! Eso si que es un templo de aromas :)
      Un beso

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  10. Hola Mereeeeeeeeeeeee si que has tardado !!!! te echaba de menos. Me ha encantado esta entrada, tienes razón, a veces no huelo nada de nadaaaaaaaaaaa que fuerte !!!!! Voy a crearme un perfume como esa reina !!!!
    Besostes fuertes !!!!

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    1. Como todo en la vida, Lidia, con la práctica nos hacemos a todo. No te conformes con mirar. Nos rodean decenas de olores, ¡búscalos! Y disfrutarás mucho más del instante, desde otra dimensión.
      Juntas de nuevo :D Un beso

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  11. BIENVUELTA, MERE!!!

    Pues verás, tu post me ha recordado tooooooooda una serie de docus que hasta me he grabado del Canal de Historia este verano. Y ERAN DE ALIENÍGENAS, y toooooooodo era de procedencia alien, incluso la aparición de la inteligencia abstracta mediante hábil manipulación genética de esos seres a los casi-primates que pululaban por estos lares. Y desde ahí, tooooooooodo, pirámides, escrituras muy antiguas, tecnologías de dudosa invención humana, TODO, jajajajajaja. Y la serie ha durado todo el verano, entre Alienígenas por un lado y Hangar I por otro.

    Un besazo

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    1. La manipulación genética me aterroriza, un documental de Canal Historia bien documentado sobre el tema, tiene que resultar tan apasionante como espeluznante. Creo que me paso primero por la Abeja Maya y superada la sugestión, buscaré tu serie, preparada mentalmente para arremeter con una incrusión alienígena. Por suerte, sutil y sin ataque apocalíptico. Perfectamente encajaría una intromisión de las estrellas en la tremenda evolución del hombre, prometo investigar sobre eso.
      Echaba de menos nuestras ingeniosas charlas, Valaf. Por suerte, nos ponemos al día en un click :) Un beso, Valaf. Y bienvenido.

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  12. Mere!! Qué bien, me ha sorprendido tanto verte que casi me pongo a contestarte sin leerte, jejeje... Y bueno, ¿sabes? tengo anosmia desde hace años, vamos, que no huelo un pimiento (ni un millón, ni una caca de la vaca), así que siempre que encuentro algo sobre olores, aromas, y demás lo leo como con nostalgia, porque ya no me queda ni el recuerdo de los olores :( Así que si yo fuera la reina Catalina también llamaría al mejor alquimista, pero no le pediría un perfume o un aroma, le pediría poder oler... lo que sea.
    Y que no se renuncie a ese olfato, también nos libra de peligros... Y la memoria olfativa es tremendamente importante.

    Besos y bienvenida!!

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    1. Pues sí que es una faena, Ana. No poder oler el aire, notar que hay algo que se te escapa... ¿Has probado de rebuscar en tus recuerdos y recrear esa sensación? Como muchas de nuestras percepciones sensitivas son en parte psicológicas, quizás si te centras en el color, en la luz, en el instante y rememoras, podrías sentir algo parecido. Quién sabe, hasta ¡más rico!
      Y si no, pues ¡a comer! Que el paladar, no miente :D
      Gracias por estar aquí, Ana. Un beso

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    2. Lo malo es que muchos recuerdos acudían a mi precisamente por el poder evocador de los olores. Es decir, que los olores traían algunos recuerdos y no al reves. Invertir el proceso es difícil. Antes soñaba con olores, eran sueños tremendamente realista y cuando me despertaba intentaba retener esa sensación.. Ahora ya hace tiempo que no sueño con olores :( Y el paladar... pues es más de lo mismo, la pérdida de olfato se acompaña con el tiempo de pérdida de paladar. Un desastre, deberían de valorarse más estos sentidos (olfato y gusto). Hay en Madrid un hospital que trabaja con este tema de la anosmia, pero el médico de aquí ya me ha dicho que ahora mismo no me van a derivar, que están las cosas muy jodías, ya sabes. En fin, es lo que hay. Pero eso sí, no dejo de comer :P

      Gracias a ti, Mere. ¡Besos!

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    3. Tienes toda la razón, Ana, son esos detalles de la vida a primera vista insignificantes los que completan la vida y solo reparamos en ellos cuando los perdemos. Me hago cargo, has perdido percepciones buenas, malas, ¡interesantes! en cualquier caso. Y sobretodo, reales. Natural que lo eches de menos. Cuídate la vista, es tu punto fuerte. Y desarrolla otras sensaciones gratas para el oído y el tacto. Como el susurro del viento o el roce de texturas... El aire, la arena, también nos dicen cosas y no todos saben escuchar. Tú lo harás, mejor que nadie.

      Mi piace comme sei, ciao.

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    4. Esos pequeños detalles... justamente esos. Siempre he sido de detalles y de esas tonterías que pasan desapercibidas, así que me ha dolido que mi nariz me dejara huérfana. La vista, sin duda, sería lo más tremendo perder ese sentido. Por si acaso, cuido mucho el tacto, siempre me ha gustado tocar, soy sobona por naturaleza :) Piel.
      Anche tu mi piaci! .... (a ver qué tal el traductor, jajajaj) Un abrazo Mere!

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    5. ¿Sabes qué? Todo tiene su lado bueno. A lo mejor por eso o a pesar de eso, buscas belleza en cosas anodinas. Y disfrutas de momentos a los que otros no prestan atención. Nunca se sabe, donde y cuando termina la sombra dando paso a un maravilloso don.
      El traductor cumplió magníficamente su misión :) Arrivederci!

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