martes, 23 de febrero de 2016

"Fog Sculptures" EXPERIENCIA SENSORIAL.






FOG SCULPTURES


Fujiko Nakaya observa a su interlocutor con expectación y le formula una sola pregunta desenfadada. Es una mujer intuitiva e increiblemente astuta. Trata de adivinar…  Algo le dice que será suficiente.

“Accedo a verla, miss Fujiko, porque no cuento con nadie más y sé que nada de lo que le relate le resultará indiferente. Lo que vi, donde estuve… Compartimos una pasión inusual, un ansia frustrante, un vacío imposible de llenar, de ahí mi deseo de ayudarla. Colaboraré con una condición: que respete mi anonimato. No me referí a aquello en el informe de la NASA, la misión ya resultó lo suficiente turbulenta como para aportar más sinsentidos. Hágase cargo, si se filtrara mi testimonio, me tacharían de loco y mi carrera aeroespacial sufriría un tremendo revés.  Confío pues en que me escuchará sin interrupciones y luego me dejará marchar. ¿Conforme?”

La artista asiente y tras un pacto tácito, el piloto se decide a contar lo ocurrido. Parecen dos viejos amigos sentados en un banco del parque a la hora del almuerzo... Nada más lejos de la realidad. Pues a pesar de la complicidad, su común adicción es tan fuerte que de permanecer en contacto se destruirían sin remedio.  

“Me remonto al trece de abril de 1970, abordo del Apolo XIII. Surcábamos el espacio en dirección a los cráteres lunares de Fra Mauro al ocaso de un día largo y agotador. Acabábamos de realizar una transmisión de TV en vivo, teníamos la adrenalina disparada. Y en plena euforia nos disponíamos a fotografiar el cometa Bennet que se acercaba centelleante. Nadie jamás había contemplado una estrella fugaz tan de cerca, todo un acontecimiento para la comunidad científica. Imagine, Miss. Fujiko, una inmensa roca de hielo ¡al rojo vivo! – L.M parecía absorto, como poseído, describiendo su periplo le temblaba la voz - Y en esas estábamos cuando sobrevino la explosión. ¿Es usted supersticiosa? – la nipona niega con la cabeza - Yo tampoco. O no lo era, al menos. Los cometas traen mal augurio, todas las tribus lo saben. – el astronauta traga saliva - Qué ironía, ¡no! El hombre que pisa la luna resulta ser el más tonto de todos.
Todo sucedió muy rápido. Nueve minutos habían pasado desde la transmisión cuando estalló el tanque 1 y comenzaron a parpadear las luces del panel de control indicando pérdidas simultáneas en todas nuestras fuentes de energía. Lovell avistó una fuga de oxígeno y aparentando serenidad yo mismo avisé a Houston por radio a las 10.59 hora de Texas. Sin electricidad, agua ni oxígeno no podíamos continuar a bordo de la nave así que nos  trasladamos al módulo lunar que utilizaríamos como bote salvavidas. Una vez ubicados, teníamos que ahorrar energía por lo que apagamos todos los sistemas eléctricos, nos quedamos a oscuras y en contraste, el cometa Bennet se me antojó más brilante que nunca. Le odiaba a muerte y me fascinaba al mismo tiempo. Sentía una relación de amor-odio por aquel gigante que se esmeraba en llamar mi atención, arrogante, mientras languidecíamos.”

A L.M. le brillan los ojos como a un niño junto al carrito del algodón de azúcar. Y pensar que es un astronauta curtido por los cielos, un flamante Flash Gordon, su feria de barrio es infinita y los farolillos destellean a ochenta años luz.

“Abandonados en medio del cosmos, los minutos se nos hacían eternos. La temperatura se mantenía por debajo de los treintaicinco grados Farenheit, el aire enrarecido contenía altos niveles de Hidróxido de litio más dióxido de carbono, el tiempo jugaba en nuestra contra y nos deshidratábamos por momentos. La situación era crítica y mientras los demás maldecían,  yo la aceptaba estoicamente. Desde luego no quería morir, no tan pronto. Pero me incorporé a última hora a la expedición como piloto de módulo de mando en sustitución de Ken Mattingly descartado al confirmarse su exposición al virus de la rubeola. Por eso creí estar donde debía estar, el destino me había llevado hasta allí. Para un amante de la astronomía, poder observar un cometa desde tan cerca es algo que no tiene precio… Así que, a pesar de todo, me consideraba un hombre afortunado.

Permanecimos entumecidos sin apenas dirigirnos la palabra en ese lapso absurdo al margen del día y la noche. Houston ideaba un plan B y la tripulación aguardaba instrucciones. Y fue entonces que ocurrió, miss Fujiko, en medio de esa triste calma, que me quedé extasiado mirando al cometa Bennet y en el clamor del silencio, me mostró el cosmos de sus orígenes. Paseé por las lejanas Nubes de Oort, allá donde nacen todos los cometas que conocemos. Y en los confines del sistema solar me demoré esquivando un enjambre de magníficos cuerpos helados que navegando en un mar de cirros emergían como dioses.  

Mis compañeros estaban a 205.000 millas de la tierra, yo a casi un año luz del Sol, me tentó la Próxima Centauri y la idea de vagar para siempre embriagado de la paz más absoluta. Si bien a las 11.21 horas en el módulo lunar se hizo el caos. Al iniciarse la fricción con las capas de la atmósfera se vieron interrumpidas las comunicaciones con la base de modo que durante varios minutos el Apolo XIII se halló completamente desamparado a su suerte en medio de la nada. Respiré aquella niebla una vez más, alcé la cara y las palmas de las manos para empaparme de esas minúsculas gotitas que me atraían hasta la sinrazón y se me escapaban. Confieso que dudé, me demoré más de lo que debía… Hasta que por fin, en contra de mi instinto, conseguí cerrar los ojos consternado con un adiós a mi Olimpo de hielo en los labios. Desconozco cuánto estuve allí, perdí la noción del tiempo. Aunque fuera un instante me valió por toda una vida. Y entonces volví, tenía que hacerlo. “

Tiran a la papelera el envoltorio de sus perritos calientes, se despiden con un ademán. Por supuesto, coloquial. Nada llamativo. Quedan en que ella le enviará una invitación formal que él se compromete a aceptar de buen grado. En los días siguientes la artista se encerrará en su taller y perfeccionará su sofisticado equipo de bombas de presión y boquillas para conseguir el efecto sensorial de las Nubes de Oort artificialmente. No flaqueará en su empeño y apenas en unos meses Fujiko Nakaya culminará su trabajo presentando en Osaka la primera “Fog Sculpture”  en el Pepsi Pavillion de la Expo'70.

L.M. Swigert visitará la exposición sin protagonismos e intentará revivir, en medio de la intensa niebla recreada, un mero atisbo de aquel extraordinario paseo que no logra evocar ni remontamente. Por su parte, Fujiko observará al visitante nº 784 con expectación y le pedirá una sola mirada desenfadada. Es una mujer intuitiva e increiblemente astuta. Tratará de adivinar… Algo le dirá que no habrá de ser suficiente. 



FOG INSTALLATION AT THE GREEN HOUSE (sensorial experience). 
  







10 comentarios:

  1. Hola, Mere... Creo que la experiencia que vivió L.M. es algo que solo quien la vive sabe de lo que habla y de lo que se puede llegar a sentir
    A bordo del Apolo XIII pudo ser testigo directo del cometa Bennet
    Miss Fujiko Nikaya es una mujer inteligente y astuta... y ha sabido valerse de la información recibida para recrear el espectáculo de las Nubes de Oort... pero me temo que, como siempre, la realidad supera a la ficción
    El vídeo también me ha gustado
    Besos

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    1. Hola, Mela. Así es, por mucho que describa el astronauta su experiencia, no puede transmitirla con palabras.
      Ver un cometa desde el espacio tiene que ser una visión maravillosa.
      Miss Fujiko intenta recrear las Nubes de Oort porque adentrarse en una nube es una sensación que anhela desde niña pero por supuesto sabe desde el principio que no estará a la altura. La infinitud del cosmos es incomparable y aún así modestamente lo intenta.
      Gracias, Mela. Durante el paseo, quizás nos cruzamos en la niebla sin reconocernos.

      Besos.

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  2. Pues no sé si será suficiente o insuficiente para ambos y que se cumplan sus expectativas o sueños, llámalo como quieras... En todo caso es sumamente curiosa la experiencia de L.M. y cuando menos, original la exposición de Fujiko.
    Un beso espacial!

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    1. Creo que a Fujiko le fascina el relato de L.M pero al astronauta le sabe a poco la recreación de la artista japonesa. Lo que sí le debió reconfortar fue tener una oyente tan entregada y el hecho de poder compartir su testimonio con alguien tan receptivo.

      Un beso especial :)

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  3. es difícil, sino imposible, recrear lo extraordinario que ya pasó.

    podría ser mas fácil crear algo nuevo que fuera extraordinario.

    al personal que visita la exposición les sobra palabra y les falta silencio.
    ...ese silencio que puede aparecer cuando, en el espacio, se considera que todo está acabado.

    Me impresiona como encuentras temas para tus entradas.
    sería difícil que me interesara una instalación de niebla. casi prefiero pasarme por londres y de paso voy a la tate (jijijiji).

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    1. Muy cierto, Guille. No se puede rivalizar con lo excelso, se tienen todas las de perder.
      Sí, el ruido juega en contra de los visitantes rompiendo la magia. Sin la infinitud ni el silencio, el cosmos no sería cosmos.
      Encuentro los temas hilando cabos, siempre me gustó entretejer hechos aislados y fortuitos.
      Londres nublado, una gran opción. Claro que si irrumpe un asesino en serie, entonces no vives para contarlo.
      Otra solución: El Círculo Polar en día de ventisca. Vi una proyección en tiempo real en pantalla gigante y en diez minutos solo conseguí pillar el vuelo de un pájaro blandiendo las alas, algo así como Sildavia. ^Por silencio que no sea. Ahora que para cuando te invada la niebla... Igual te has dormido (figúrate que solo de contártelo me ha dado por bostezar).

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    2. esa es una de mis grandes aficiones; entretejer hechos aislados y fortuitos.

      Mucho frío. Me gusta el frío, pero no helarme (se me encojen los cataplines). Es mas fácil acabar muerto en el Circulo Polar que en Londres.... Ya sabes lo que dijo Jack: "Dicen que soy un asesino sanguinario y a finales del siglo XX y principios del XXI lo mío seria casi un chiste".
      Y en Londres ahora hasta se come bien.

      ¿Hablas conmigo y bostezas?
      Entre eso y que tus ojos ya tienen dueño me voy dando cuenta que la vida está siendo durísima conmigo.

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    3. Los escritores, por lo general, idean de principio a fin. Sobretodo al construir relatos. Personalmente, encuentro mucho más fascinante mezclar situaciones reales con otras más absurdas. Quizás no sean relatos típicos pero a mi el escribirlos me resulta así mucho más entretenido y de eso se trata :) Me alegra que tú también lo veas así, respeto mucho tu criterio.
      Me ha gustado la cita de Jack, tiene toda la razón. Hoy en día no serían considerados crímenes elegantes sino auténticas carnicerías y eso no vende.

      Definitivamente, mejor la niebla de Londres, que el Círculo Polar es de lo más saborio. De ahí mis bostezos, no por tu amena charla. Aunque lo de los ojos es innegociable, es imposible aburrirse conversando contigo :)

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  4. Me encanta todo lo relacionado con el Universo. Es tan desconocido! Engloba tantos misterios...
    Ser astronauta y vivir una experiencia así debe marcar para toda la vida. Algo único, imposible describir con palabras por muchos detalles que puedas dar. Debe ser algo EXTRAORDINARIO, Mere. Cuán privilegiados son.

    Un besote.

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    1. Tienes razón, Leo, ver el mundo desde allí arriba ha de ser todo un privilegio. Obviamente, el verdadero L.M.Swigert no viajó mentalmente hasta las Nubes de Oort (me tomé esa pequeña libertad) pero sí que divisó el gran cometa desde el cielo. Un placer inmenso, una estupenda visión. El universo nos invita a su inmensidad y aunque no lleguemos a estar allí siempre podemos mirar hacia arriba :)

      Un besazo

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