martes, 3 de diciembre de 2013

¡Ñaaam! Comiendo con Quimicefa




Aceptémoslo, amig@s
El mundo cambia, nosotros con él y nos arrastra hacia nuevos retos. La ciencia no se detiene y tal como hiciera Darwin en "El origen de las especies", el doctor Hervé This escribió un libro visionario: "Nota a nota", destinado a ponerlo todo patas arriba y provocar una auténtica revolución en nuestras vidas. ¿Qué nos ofrece? Otro concepto de bienestar, chocante a primera vista pero muy consciente de la realidad: "Los recursos naturales se agotan y no durarán siempre". Quizás ahora te asuste o incluso te repugne la idea, pero ¡evolucionamos! Y llegará un momento en el que sobrevivir será nuestra única opción. No seamos alarmistas, solo intento quitarte la venda de los ojos. O nos adaptamos, como los gorilas... O pronto seremos fósiles.

Hervé This es un físico-químico francés que goza de gran prestigio internacional. Con su ensayo "Nota a nota" ideó los pilares de la Gastronomía molecular y se dio a conocer al mundo de la restauración gracias a un artículo publicado en la revista "Scientific american" en 1994 bajo el sugestivo titular: "Chemistry and Physics in the Kitchen". En él sentaba las bases que han permitido en años venideros tanto la preparación de packs compactos de supervivencia para operaciones de riesgo y aprovisionamiento de búnkers, como el complejo menú de una dieta de microgravidez para el avituallamiento de tripulantes en misiones espaciales.

Hasta aquí, todo muy remoto, lejano a nosotros. En principio, parece que no nos afecta. Pero las posibilidades de la gastronomía molecular son infinitas y su avance, imparable: El reto estaba ahí, desde los años 90 y fueron dos grandes chefs europeos quienes recogieron el testigo. Así surgió la perfecta simbiosis entre cocina y ciencia que lejos de culminar, sigue logrando magníficas obras culinarias fruto de años de investigación y de avances científicos. El español Ferrán Adrià y el británico Heston Blumenthal, de un tiempo a esta parte, vienen dando perfecta cuenta de tales sugerencias con la sorprendente incorporación de nuevas técnicas a sus cocinas, aportando maravillosas sustancias y procesos químicos inexplorados como la súbita congelación de alimentos rociados en nitrógeno líquido y la exclusiva práctica de esferificación o gelificación controlada de un líquido formando esferas comestibles... Un deleite para los sentidos.




¿Y nosotros?
Es un hecho, la gastronomía molecular no ha hecho más que despegar y por desgracia, no se limitará a mitificar grandes cocineros sino que está llamada a transformar irremediablemente nuestra comida diaria. El propio This tiene la respuesta: "Es solo cuestión de tiempo. En pocos años todos nuestros ingredientes serán productos químicos y con eso cocinaremos." A título de ejemplo y para ir haciendo paladar, os propongo una receta. Un sabroso postre sideral, sano y sabroso.







RECETA gastro-molecular: 

"SOUFFLÉ DE PELOUSE AVEC PERFUM AUX CAROTTES"
O lo que es lo mismo: 
Suflé de césped con esencia de zanahorias

¿Qué tal? ¿vamos abriendo boca? 


1 - Se extraen agua, sacáridos (glucosa-fructosa-sacarosa) y aminoácidos de 200 gramos de césped, (pura hierba, que no maría, rica en vitaminas y nutrientes) arrancada alegremente del parque. Y lo ponemos a hervir en un pequeño cazo. 
2 - A continuación mezclamos en un bol 100 gramos de ovalbúmina en polvo (principal proteína de la clara del huevo, ya disponible en tiendas especializadas de alimentación) y 300 gramos de beta-caroteno en polvo (compuesto básico rico en vitamina D procedente de las zanahorias). 
3 - Tras dejar enfriar la esencia de césped unos minutos hasta que esté tibia. 
4 - A continuación se incorpora al extracto, la mezcla resultante de tono anaranjado y revuelves. 
5 -  Se introduce la mezcla en la máquina centrifugadora 2 minutos a potencia media.
6 - Se le añaden 70 gramos de celulosa batiendo hasta conseguir una mezcla homogénea
7 - Se rellena una flanera y se mete en el microondas 18 minutos a 180º. 
8 - Se deja enfriar y desmoldas. 
9 - Bon apetit! Ya tienes postre. 





CONCLUSIÓN
Así es, ríndete a la evidencia: Pronto, que no mañana, comeremos a diario partiendo de componentes puros extraídos mediante liofiliación, en vez del acostumbrado tejido animal o vegetal en estado crudo, cuya particular textura y aroma quedará progresivamente relegado al olvido. Es lo que hay, vete haciendo a la idea. En la tierra pronto habrá entre 9000 y 10.000 millones de habitantes y no habrá comida para todos. Se trata de eliminar desperdicios y aprovechar la comida al máximo. Actualmente se echa a perder el 45% de los nutrientes en el largo proceso de la granja al plato, lo que en un futuro se evitará elaborando en origen todo tipo de extractos.


* Cambios, en un futuro...
¿Te cierras en banda? ¿Acaso recelas? No importa, te convenceremos. Daremos con la imagen, todo depende del mensajero. Convenceremos a Keeanu Reeves, a Meg Ryan o a Lady Gaga y la moda de comer con Quimicefa crecerá como un tsunami, en la cresta de la ola y ¡arrasará el mundo! Así funciona esto ¿acaso conocías la Cienciología antes de que Tom Cruise se hiciera adepto?


* Carpe diem!!! Aquí y ahora
No te asustes, no se trata del apocalipsis, sino todo lo contrario. Así es, comienza la cuenta atrás, pero no es el fin del mundo. Por suerte vamos un paso delante, contamos con información privilegiada y eso nos da una cierta ventaja respecto al resto de los mortales. Pobres ilusos, preocupados por las calorías todas las mañanas... Yo solo te muestro la puerta, tuya es la llave. Mira por el hueco de la cerradura, mentalízate a tu ritmo. Y entretanto... ¡apura el momentoNo te cortes, siempre que te apetezca zámpate un buen filete.  Es ahora o nunca, pronto serán historia. Hazte a la idea: desaparece el riesgo de diabetes, tampoco serás carnívoro por mucho tiempo.  Mortificarse ¿para qué? Ya habrá una eternidad para eso. ¿Y qué hay de la dieta? Simplemente posponla, para cuando comer pierda todo su interés e ingerir alimentos se convierta en puro trámite. Claro que tampoco estaría de más hacerse con  un pequeño alijo de tus galletas favoritas así como con un suculento almacén de chicles. ¿Por qué chicles? Ya sabes, tendrás que ejercitar las mandíbulas. Y es que en un futuro de sopas, ya nada se mastica.

Eso ya... cada cual. Por mi parte, ando enfrascada ideando el invento del siglo: La máquina de recordar sabores ¿no es fantástico? Reciclarse o morir, hablemos en dólaresNo nos engañemos, acaso eso de Comer o no comer ¿de veras es la cuestión? Pues ¡claro que no! Y es que queramos o no, mientras el mundo gire, la pasta seguirá circulando. De hecho, solo se trata de sobrevivir, my friend. Yo, Chita ¿y tú? Échale huevosPorque el verdadero dilema es otro: Gorilas vs. Dinosaurios


12 comentarios:

  1. Aix Mere jajajjaaj yo de entrada me cierro en banda!!!!! Si llega el momento ya me adaptaré jajajjaj Que no me quiten "les mongetes amb butifarra" y un buen bacalao al pil-pil
    Un besooooooooooooooo

    ResponderEliminar
  2. Jajajaja, pues mientras llegue el momento, yo voy a seguir saboreando los platos tradiciones de toda la vida. Ya he probado algo de estos platos (no en restaurante de Ferrán Adriá, sino en uno que abrió su hermano aquí en Barcelona pero del mismo estilo) y para un día está bien como novedad, pero para siempre... no se, me costaría acostumbrarme.
    Besos!!

    ResponderEliminar
  3. Mere tengo remordimientos de la jodía conciencia, ya sé que aparte de los perfumes guardaremos en frasquitos el olor de un cocidito madrileño, de unas fabes con almejas, de ese jamón pata negra, ainsssssss que dolor.

    Pero uno que está muy apegado a la tierra con harto dolor de mi corazón me confieso: Este jueves voy a preparar un lacón con grelos para la familia, pecadillos del duro invierno.

    Triste destino el nuestro, el de los despilfarradores, !RELECHES!!!

    Besos tristes,

    ResponderEliminar
  4. Me la copio ( a ver si puedo y la leo en word, me parece bastante interesante para leerla así por encima ) luego vuelvo

    besos

    ResponderEliminar
  5. Prometo que me lo copié en wordPad, para leerte con calma.

    A ver yo es que soy de aldea, Mere y es cierto que los recursos de este planeta llamado Tierra, no los aprovechamos, creo eso que están desaprovechados. Pero has visto la cantidad de hectáreas que no se cultivan- Me parece bien todo eso de la ciencia aplicada a la cocina. La verdad es que cuando oí hablar de la esferificación o gelificación me quedé con cara de gansa, la primera vez.
    No te voy hablar de los tiempos de María Castaña, pero como siempre cuenta mi madre, ellos no pasaron hambre, si necesidad de muchos artículos pero con gallinas, cerdos, y cultivando la tierra siempre tenían comida en casa.

    Tal vez me voy de tema pero a mi la química ...( a saber cuanta me trago ya en cada comida... ) no me va

    Inventa la máquina de recordar sabores,... esa me la pido

    Yo mientras tanto, quiero inventar una de recordar voces en la mente, esas voces que ya no están, recuerdo caras, gestos, miradas pero la voz se olvida..

    Y hablando de recordar me has recordado a un anuncio creo que habla perfumes con olor a las cosas nuevas...

    Un besito y feliz martes

    Como me he guardado tu post, lo mismo vuelvo ... mas besos

    ResponderEliminar
  6. Quimicefa me gusta pero no me veo... con lo que a mí me gusta una buena tarta, un pastel, un dulce de miel, eso del césped con aroma de zanahoria no es lo mío, sí que me cierro en banda aunque te digo que voy a buscar el libro de This y los artículos de la Scientific American. Un beso Mere :)

    ResponderEliminar
  7. Ya me da pereza un sencillo arroz con leche, que me veo incapaz de ponerme primero a buscar los ingredientes que necesitaría para este plato y después imaginarme que puede llegar a gustarme su sabor, que sí, que la comida molecular esta puede que nos salve el día de mañana, pero digo yo, donde se ponga un buen plato de guisote y un buen postre ..... QUE NOS QUITEN LO BAILAO, ¿no te parece? Por ahora zanahorias pa los conejos que dicen que son buenas para la vista... y lo demás ya lo iremos viendo.

    Besitosssssssssssss!

    ResponderEliminar
  8. Creo que no entraré en esto..a menos que me muera de hambre. Entonces podría hasta inventarme recetas, jajajaja

    Me encanta tu "cuerda locura"

    Saludos

    ResponderEliminar
  9. Mira que si dentro de unos años esta receta tuya esta en los restaurantes con estrellas michelin quien sabe ? si yo fuera tu registraba esa receta tuya que cosas más raras ponen en estos restaurantes. Ah y donde se ponga el huevo frito que se quite to. Besos

    ResponderEliminar
  10. Quimicefa me ha enamorado!
    Me considero una persona que se adapta a todo si es necesario. Me gusta la ciencia y que haya llegado a la Alta Cocina me parece genial. En cuestiones de comida, si me entra por el ojo, me gusta la novedad y probarlo todo. Así que, si hay que ir se va pero si me dan a elegir prefiero saber lo que estoy comiendo. Lo siento por la comida espacial y la Gastronomía Molecular pero me quedo con la de toda la vida :)
    Un beso.

    ResponderEliminar
  11. Espectacular la entrada, jajaja, tus dotes de convicción son la leche con permiso de Pasteur y su pasteurización. Me han encantado esas migas fluroesecentes que has dejado en el plato hasta el ¿nuestro final? y ahora ¡CONFIESA! ¿qué comías mientras redactabas este nuevo concepto de la cocina quimicefa?
    Muy rico todo pero de momento me quedo con la tradicional comida, con texturas, cuerpo, aromas y toda la pesca, engorrosa pero deliciosa, ya sabes que en estas cosas no perdono :P
    Un beso en vau le vant!

    ResponderEliminar
  12. ¡Qué culta eres, Mere! Leyendo esos términos científico-culinarios me entra un ligero mareo (que no desfallecimiento).

    Eso, sí. Cuando comamos césped del parque, pronto dejaremos sitio para quienes nos siguen. Lo que pasa por ser una solución razonable al problema de la superpoblación.

    Besos.

    ResponderEliminar

Si te gusta la entrada, te animo a dejar tu opinión. Responderé encantada a los comentarios cada 12 horas, a 1ª hora de la mañana y de la noche.
Hasta pronto!