viernes, 24 de agosto de 2012

El Nº 8 y otras extrañas Fobias

Juan se siente completo y tiene motivos más que suficientes para pensar así. Está Mila, esos amigotes suyos de la bolera y el perro lanudo que se encontró en el rio... es un líder nato, le seguirían a cualquier parte. Un tío capaz de escalar un risco, de hacer una llave de kárate. Será muy feliz pero no sonríe, tiene los ojos vidriosos y las cejas levantadas, como un lobo al acecho...  ¿acaso le teme a algo? Así es, pero él aún no lo sabe.


De pequeño pisaba los CHIMOS de colores y se le atragantaba la Mirinda cuando en el cine del pueblo echaban el NODO, llevaba las zapatillas siempre sin LAZADA, si calculaba un límite matemático le daba 0 por sistema y nunca INFINITO y sentía estupor por las cadenas de ADN... simples anécdotas de chaval. A simple vista todo aquello carecía de importancia y sin embargo eran los primeros indicios. 

Viernes 18 de marzo, son las 5 de la tarde. Juan se queda dormido en el sofá durante las noticias... no importa, solo quería que acabaran cuánto antes y que su madre se marchara a lavar los platos para poner un capítulo de Star Trek...  pero entonces, en medio de la modorra, contempla de casualidad aquel número, delante de sus narices, bien grandote y sin saber por qué corre en pleno ataque de pánico a parapetarse detrás del cojín, ocultándose. 
Anuncian el 11888 donde te informan de cualquier teléfono o dirección a cambio de una bonita pasta: ¡!Somos lo Pelochos¡! de sobras sabe que aquello es un saca-cuartos pero no se trata de eso... ALGO TIENE ESE MALDITO NÚMERO QUE LE SACA DE SUS CASILLAS Y LE REVIENTA LOS TÍMPANOS... PRONTO LE SUDARÁN LAS MANOS, LE TEMBLARÁN COMO A UN CHIQUILLO. 
De aquel episodio ocasional, poco se sabe. Pero no sería el único... A partir de ahí, se desencadenaría todo.

Hoy, miércoles 22 de agosto, Juan se planta temprano con una lata de Sprite, en bañador y camiseta con Mila y otros tantos en la puerta del Acuópolis, les espera un bonito día plagado de emociones. Cuando se lanza en tirolina al  vacío ¡se siente como superman! atravesando el espacio-tiempo. Y entonces comienzan a aparecer esos flotadores chillones salpicándolo todo de HORROR AMARILLO. Ya reparó en ellos en otros veranos, pero siempre le parecían donuts en cambio ahora... los hacen de 2 plazas y tienen no 1 sino 2 agujeros así que... No, ¡otra vez no! pero ciertamente SÍ.  
Estaba rodeado, ACOSADO POR TODOS ESOS OCHOS!! Son enormes, miden casi 2 metros. ¡¡¡VAN Y VIENEN, FLOTAN A LA DERIVA IMPREVISIBLES Y ESTÚPIDOS HASTA HACER DE ESTE MUNDO UN COMPLETO ABSURDO!!! PÁNICO ENTRE TODAS ESAS RISAS... No podrá con ello y lo sabe ¡no lo soportaría! Por eso se sumerge en el agua ¿qué hacer entonces? Bucearía. Ahí dentro no tendrá que oírlos y estará a salvo. Desde luego el agua amortigua el sonido, pero se asfixia!!!


Todos tenemos miedo a algo... La OcToFoBiA es el pavor al nº Ocho Y PARA JUAN, EL PEOR DE TODOS ¿te extraña? A mí no ¿cómo iba a sorprenderme? si por extraño que parezca, me aterrorizan las RoSaS ViOlEtAs, sobretodo cuando marchitan y se vuelven negras. SU PERFUME ES INTENSO Y TRASNOCHADO, TIENE ALGO DE RANCIO QUE PRESAGIA LO PEOR.... Si en un descuido me topo con ellas corro sin respirar tan lejos como pueda hasta que se me acaba el aire y entonces me afano en sortear el laberinto de la rosaleda, pisando la tierra si cabe, con tal de eludir el parterre de rosas malvas y con él todos sus desastres. 

Lo admito, padezco de MaLvArOfObIa: 
se trata de un caso poco común que impide disfrutar de la rosa morada y su bouquet al 2% de las mujeres caucásicas pero por suerte no es grave.
Tal vez por eso nunca que gustó que me regalaran flores y menos rosas. Cortarlas... ¿para qué? Puestos a transmitir sentimientos eternos... ¿por qué ofrecer algo que se marchita? 
YA PUESTOS, PREFIERO UN RaMo De AlCaChOfAs DEL MERCADO ENROLLADAS EN PAPEL DE PERIÓDICO Y ATADAS CON UN CORDÓN. Tiene sentido... ¿acaso en botánica la alcachofa no se considera una flor? Dura, hermosa, salvaje... tiene todo lo que querría ser yo. 

10 comentarios:

  1. Lo cierto es que no imaginé que una fobia tan extraña pudiera dar tantos problemas... ¡pero si! Muy gracioso lo del acuópolis, yo siempre vi los flotadores dobles como infinitos, pero la verdad es que parecen más ochos que infinitos :) Genial historia!

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    1. Los vi: ochos y más OCHOS todos amarillos, que contrastaban con el azul del agua... tiene algo de INQUIETANTE ¿no? Si en cambió tú ves infinitos ¡mejor para tí! un problema menos. ¿Pero y qué me dices tú de las arañas, Irial? Jeje... Un beso

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  2. Mere, me dejas de una pieza ante semejantes fobias, qué ocurrencias! lo del acuopolis como dice Irial te deja asombrada, ochos y ochos por todas partes. Y la malvarofobia del 2% de la mujer caucásica??no tiene desperdicio! Nunca pensé en querer ser como una alcachofa, he cambiado la mirada. Un beso

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    1. Gracias, Marilu, por leértelo entero y reírte conmigo un rato. Me has pillado, la estadística sobre el 2% de las mujeres caucásicas no es muy fiable que digamos ¡pero qué narices! Guárdame el secreto que igual cuela y todo ;) Un beso

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  3. Maravillosa entrada y además excelentemente escrita. Has creado a un personaje interesantísimo. Yo no soy de fobias, sólo tengo dos: la hematofobia, aunque si la sangre es de atrezzo no me afecta... y la ofidiofobia, me encanta el reino animal pero las serpientes no son mis amigas, todo por una mala experiencia. He comprobado también que he desarrollado un cierto pánico a los aviones. Tu texto me ha recordado a Hitchcock, que tenía pánico a los huevos y al color rosa y que dotaba a sus personajes de fobias en algunas ocasiones. Un placer haber pasado por aquí, disfruta de tus vacaciones y un beso :)

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    1. Gracias por contarme tus fobias, Yossi, conocer las de otros alivia bastante. Temer a algo nos hace más tratables, más cercanos y fíjate que hasta tiene su encanto :) * Por cierto, Indiana Jones temía a las serpientes así que... igual tienes madera de Héroe y todo!!
      Aún ando por ahí pero siempre que pueda me conectaré, un beso

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  4. Mere, a mí tampoco me gustan las rosas, prefiero que me regalen plantas verdes y si tengo que escoger las violetas africanas me encantan. Yo tengo fobia a meterme dentro del mar sola porque me acuerdo siempre de la pleícula tiburón, es eso una fobia? Y como a Yossi, aix por favor no soporto las serpientes ni los reptiles Aix solo de escribirlo me pica todo el cuerpo!!!!! preferiría tener fobia a los ochos jajajajajajaj Un beso.

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  5. Que te regalen plantas, está genial!! Siempre vivas y cada flor, un regalo. El mar, como a tí, me infunde temor y a la vez me atrae, eso de no ver el fondo me hace sentir incómoda al pensar que hay mucho bicho que anda suelto por las profundidades... Va a resultar que nos parecemos ¿eh? Mira por donde despacito van surgiendo las coincidencias y seguro que habrá muchas más :) Un beso

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  6. Hola Mere,
    me he divertido mucho con tus historia, como siempre. A mi, como a todos hay cosas que no me gustan, pero si tuviera que decir una fobia, una sola.... bah, creo que diría algo que ya sabéis, no se me ve la cara jajajaja
    Besos

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    1. Todos tenemos derecho a marcar un límite y más en la red, yo no tengo Facebook para no contar con detalles ni a dónde voy ni lo que hago, el tuyo es un temor bien fundado que ojalá tuvieran presente muchos chavales que no saben hasta que punto pueden volverse esclavos de una mala noche cargada de chorradas. Gracias, un beso.

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