Silencio, se rueda. El Operador, J.F.Willis, arranca la cámara, avanza y se detiene en el momento preciso siguiendo las concisas instrucciones del director de fotografía. Filma, recorre la sala despacio consiguiendo movimientos suaves y produciendo imágenes visuales muy satisfactorias del gran ventanal. La cámara sin embargo avanza hacia el interior de la librería... Ya tenemos escenario y la luz natural es una delicia. ¡Claquetas! ACCIÓN:
Así es, ya estamos en el aire rodando con cámaras II C, Arri III y BL. Adelante, primer plano. Requiere un Zoom de largo alcance que encuadre a la cajera mientras envuelve para regalo un ejemplar de 50 Sombras de Grey. Lo compra una mujer sesentona de pelo corto, piercing en el labio, gafas a lo Lennon, piercing. Es Raquel, secretaria de Ernest & Young en la planta 12 de Torre Europa, que paga con tarjeta. A continuación enfocamos la salida. Ya en la calle desenvuelve el paquete y se lleva el libro contra el pecho ilusionada. Lo leerá esta noche con la sola compañía de un par de Martinis en copa de cocktail con aceituna y un paquete de Cheetos escuchando a Bryan Adams.
Cambio de plano, un rápido vistazo de izquierda a derecha. Es la hora del café y en la planta baja de la librería son muchos los currantes que pasan allí su rato de descanso eludiendo la oficina, matando el tiempo entre novedades editoriales. Pasean, miran, se oxigenan, pero leen sin interés. Tienen la cabeza llena de números y les pesa tanto...
Willis prosigue sin cortes, se desplaza con el equipo escaleras abajo. Inclina la cámara para concretar un nuevo plano y desciende lentamente cada peldaño quedando situada la jirafa que sujeta el micrófono por encima de la escena. De hecho nos dirigimos al sótano, frente a las estanterías temáticas, donde se refugian los más soñadores. Ante nosotros, un gran espacio que sugiere una toma de amplio espectro, al encuentro de aquellos que leen y miran, pero no se tocan. Se obtiene una panorámica, el sótano desde el rellano parece un laberinto de pasillos y estantes plagado de recovecos.
Pasan las hojas, pasan las horas... Bajo las lámparas de neón, cuatro paredes blancas enmarcan la escena como si de un cuadro se tratara.. Improvisado enfoque en el que Laura maquillada e impecablemente vestida, luce como una estatua. Altiva, hierática. Apenas sonríe, se la ve bastante flaca. Se afana por anotar una dieta milagrosa basada en carne de avestruz, tofu, brotes de alfalfa y ciruelas con un rotu fluorescente en una libreta de Hello-Kitty más bien diminuta.
Justo al lado, dos estanterías más allá, le observa un tio grandote, por el nombre bordado en su gorra de beisbol debe de llamarse Fran. Mantiene fija su mirada sobre Laura rodeado de revistas de automóviles mientras sostiene en las manos un monográfico sobre el nuevo Lamborghini de luxe "Sesto Sentido" cuyo lanzamiento coincide con el 50 aniversario de la marca de Sant´Agata. Oye rugir ese motor... lo siente, lo visualiza. Experimenta el poder de conducir uno de esos bólidos sin apenas moverse de la misma loseta. Mira a su alrededor con cara de velocidad... y ahí está ella. Le pediría una cita a Laura, la invitaría a una hamburguesa pero él no tiene coche y ella merece mucho más que un kebab con patatas fritas.
Retrocedemos sobre nuestros pasos, un poco más a la izquierda puestas en fila se agolpan las guías de viaje. Paralelas, diminutas. Se suceden una tras otra como las teclas de un piano. Felix duda entre Milán o Bolonia. No se decide porque todo está en el aire. Solo saldrá de Madrid este verano si no le queda la biología para septiembre. La arrastra desde segundo, tiene que quitársela de encima como sea o su mochila seguirá empolvándose un año más en el armario. Anda ensimismado, metido en lo suyo sin reparar en que Dana no le quita ojo, parapetada en la sección de repostería. Agudiza la vista, quiere saberlo todo. A dónde quiere volar ¿a Colonia? ¿a Polonia? Por fin le encuentra una utilidad al kit de espionaje de su hermano. Vigila cada uno de sus movimientos, lo que daría por coincidir con él en el asiento del avión rumbo a cualquier parte... ¡a Maputo! si fuera necesario. Lástima, en cuestión de meses un hobbie "delicioso" ha hecho de nuestra querida Dana, una auténtica foca y lo sabe. También sabe que Felix cogerá ese avión sin ella. El asiento de al lado no está a su alcance.
Algunos entran, otros salen mientras los más asiduos permanecen y se quedarán deambulando durante horas. Es su receptáculo, su tempo. Tiene algo de adictivo, les gusta el ambiente. Junto al rincón Manu lleva media mañana devorando las increíbles fotos del National Geographic. Respira ese cielo, palpa la selva... se imagina partiendo lianas a golpe de machete en el corazón de Nueva Guinea. Todo es silencio y reinan los pájaros. La humedad va en aumento... la jungla es suya. Ese calor, siente la bruma... aquello le absorve de tal modo que el aire a su alrededor se torna cálido, los ojos le chispean, le late tan aprisa el corazón... lleva la "aventura" en la sangre, escrita en la frente, forjada en el pecho con hierro candente como un pirata dispuesto al abordaje.
Rápido, Zoom. Ocurre algo imprevisto. Clara pasa a su lado a saltitos, ágil como una gacela. Se asoma de puntillas sobre su hombro, siente curiosidad... "Anda, Nueva Guinea". Piensa en voz alta, va ¡y se le escapa! Ella es así. Impulsiva, tan sencilla... ciertamente atolondrada. Lo más parecido en chica a un duendecillo juguetón. Manu se vuelve y la mira mientras ella retoma alegre su grácil marcha por el pasillo. Corretea pálida y menuda ¡casi invisible! hasta confundirse en pinceladas con los libros de arte que duermen bajo el descansillo. Los trazos de Chagal, la abstracción de Kandinsky, los pasteles de Paul Klee... Todas esas pinceladas la envuelven de colores hasta engullirla en un crisol entre láminas de Taschen. En Chagal intuye sueños. En Kandinsky, melodías. Con Paul Klee vislumbra una puerta a lo onírico. Los dorados de Klimt la iluminan como el sol del mediodía... Y es entonces que Manu descubre en aquella gatita sigilosa, unos ojos de pantera... Así es, la jungla está cerca.
Cruce de miradas... de sobra se conocen y los más afines se detectan. Son los habituales, coincidieron ayer y antes de ayer, también vendrán mañana. Se miran pero no se tocan. Leen entre líneas, gritan en voz baja.
* ADIVINA!! Y de toda la gente del barrio...
¿quién será el próximo en entrar en la librería?
¿quién será el próximo en entrar en la librería?
* RESPUESTA: en 1.37 min
BILL WITHERS: "Ain´t no sunshine"
Nothing Hill (1999)
Mere
ResponderEliminarcomo me gusta tu blog, te leo con placer pero aparte me gusta el diseño del mismo, yo de esto se poco no se como hacerlo ando como chapuceando por aqui
bien si sabes como se hace contame a mi correo, va tendré que preguntar por aqui
un beso enorme y un gusto, me regodeo leyéndote, gracias
Carmen
Gracias, Carmen, por darme ánimos para seguir con mis colorines. Lo cierto es que la informática no es lo mío, pero sí se me da bien combinar colores y me apoyo en eso para intentar captar vuestra atención y hacer el relato más llevadero.
EliminarA ver si nos ponemos de acuerdo y hablamos de herramientas y formatos. Ahora, aunque te sorprenda vas por buen camino :) Pulsando aquí, probando acá es como logré yo hacerme con él. Y lo mejor de todo, a veces un error se transforma en un acierto. Besos
Pasaron de largo por mi sección haciendo ruído, es seguro que la Historia apenas vende aunque yo no pare de comprar, por allí vi incluso gafas de culo botella, algo que ya no se lleva, vi alguna barba blanca tapando una cara con mucha vida, vi alguna gacela pasando rauda y me fijé en un cuerpo que se contoneaba llamando la atención de todos los parroquianos, pero sobre todo vi a Mere, una dama cargada de sabiduría, de gracia y de saber estar.
ResponderEliminarSeguí con lo mío, esa Historia que se fue.
Besos muchos
A mí también me pareció verte, Sau, entre los libros de Historia, también ojeaste los de naturaleza y senderismo un rato ¿a qué sí? Ahí estabas tú, muy atento a la lectura y a la vez con los ojos muy vivos, pendiente de todo sin perder detalle.
EliminarUn gran momento :) besos
Yo le diría a Félix que BOlonia, no he estado ni en Milán ni en Bolonia pero tengo esa corazonada. A Raquel que disfrute muchísimo del momento de espera y de las ilusiones puestas en su momento de lectura que se ha creado y que la ayudará a navegar por el día y a Fran que se lance a por Laura antes de que se vaya, que se olvide del kebab y de la revista y que piense que el Lamborghini es ella. Díselo a todos de mi parte Mere. Un beso :)
ResponderEliminarHecho, Yossi. Ya les dí a todos tus recados y se les veía francamente agradecidos, muy decididos a dar el paso, a emprender el camino. Gracias por ponerte en situación, no me extrañaría que tú también andaras por ahí por la sección de novela negra o los de ciencia ficción con un Caramel Machiato en la mano ¿podría ser? Miraré por si acaso, no lo descarto :) Un beso
EliminarHola Mere, ¿Qué tal las mini-vacaciones? Hoy me paso aquí nada más que para saludarte; me cuesta concentrarme, así que guardaré tu historia en el cajón para leerla otro día. Además quería también dejarte una dirección que te puede resultar interesante: http://fotopaco.blogspot.com.es/. Yo lo voy siguiendo en silencio, porque es muy completo. Un beso,
ResponderEliminarHe entrado en el blog de fotografia que sugieres y me ha encantado. Visualmente magnífico y lo mejor, imágenes muy ingeniosas. Les seguiré la pista :) Igual ¡hasta coincidimos! Besos
EliminarAhí encontrarás toda la programación cultural de Madrid, en lo que a exposiciones se refiere. Un beso,
EliminarYo creía que hablaban de las exposiciones pero no que las anunciaban para que fuéramos... Esto se pone aún mejor :) Gracias, Marisa. Me interesa ¡y mucho! Besos
EliminarRosa se detiene en Poesía, situada en la rampa curvada del fondo, por la que se accede a la balconada que domina el amplio espacio abierto del fondo, donde pueden encontrarse tres mesas. Extrae la Antología, de Casaldáliga, entre los libros e la colección "La dicha de enmudecer". Subiendo bastante más, hace lo propio con "Chipre", de Seferis. Termina de subir y se sienta, abriendo este último al azar:
ResponderEliminar"Duermo y mi corarzón está despierto:
mira las estrellas en el cielo, el gobernalle,
y ve florecer el agua en el timón".
Besos.
Sí, ahí está Rosa. Ya la visualizo. Está enfrascada en la lectura, siente cada palabra. Esa chica es simplemente deliciosa y sus libros de poesía ¡quién los pillara!
EliminarY tú, Ignacio ¿andas por ahí también? Por si acaso echaré un vistacillo :) Besos
Hola Mere... Willis ha sabido captar muy bien y transmitirnos con su cámara personas, personajes y recovecos de una librería.
ResponderEliminarCada uno va en busca de ese libro particular que le satisfaga.
Y algunos tardan mucho en decidirse o tal vez sea cierto que les apasiona pasar horas en ese ambiente.
Me ha encantado.
Besos
Te fijaste en Willis y me encanta. Él está ahí detrás de la cámara captando cada instante. Es el alma de la grabación, sus ojos nuestros ojos... a fin de cuentas, vemos su visión.
EliminarCreo que estás en lo cierto, Mela. El aire de una librería tiene algo de paz, de susurros, de silencio, de olor a papel y a luz clara, de letras, de tinta negra que de algún modo nos embriaga. Gracias, de corazón. Un beso
Me encanta perderme en una librería tranquilamente, mirando portadas, abriendo aquellos libros que "me llaman", oyendo el silencio de los que ponen su atención en las letras...
ResponderEliminarDelicioso relato
Un saludo
En esa librería, de alguna extraña manera, estamos todos. Callados, leyendo, mirando. Respirando ese aire encantado que nos hechiza de historias y sentimientos encontrados.
EliminarBienvenida, Beatriz, a la librería y a este rinconcito verde tan nuestro :) Un beso
Me ha encantado tu entrada, siempre fisgo en las librerías quien me rodea y quien mira qué libros o cual mesa... me he sentido comodísima desde tu mirilla, es mi ambiente favorito
ResponderEliminarBesos
Ahí te veo, feliz en tu paraíso curioseando letras y gente :) Y es que allí todo es posible: cualquier viaje, cualquier encuentro... me cuesta imaginar un sitio más agradable donde matar las horas y hacer del día algo único. Un beso
EliminarQué me haces disfrutar siempre con tus relatos! Y hoy no iba a ser distinto, con lo que me gusta perderme en las librerías... Y sí, también soy cotilla, no puedo evitar mirar quién está, los libros que se llevan... Y ya unos cuantos hasta nos conocemos de vernos siempre por ahí y se hace hasta amistad. Y nos recomendamos libros. Si es que este mu ndo de los libros solo da satisfacciones...
ResponderEliminarBesotes!!!
Cotillear qué sienten y qué piensan los demás mientras leen... es parte del placer inmenso de la lectura. Saber que no estamos solos, que hay gente que nos entiende y comparte nuestra manera de vivir y nuestras aficiones es fantástico.
EliminarTe imagino por ahí, deambulando, ¡con tu carita alegre! al tanto de todo :) Un beso
¡Oye! Quien dice cotillear, dice ser observadora, jajaja y bueno, en las excursiones a la librería después de caer fulminada con algún flechazo y olisquear hasta lo ya olisqueado, alguna mirada sí que recae en los alrededores.
ResponderEliminarPodría entrar cualquiera pero lo suyo sería que la polifacética Meret, Mata Mari, viajeraquemásquisierayo o que te digo yo Kamaeleon entrasen por esa puerta.
Tarde pero te lo dejo: SENSACIONAL :)
Besos
Pues si hay una librería en Málaga, terminaré por entrar. Lo que no sé si antes o después de la tetería, ahí me queda la duda. Quizás después... Guárdame el secreto, please: me las doy de intelectual pero soy más bien primitiva y pasear, comer y beber en lugares nuevos me fascina, me embriaga por dentro. Una, que es un poco Neardenthal. Lo llevo bien, supongo.
EliminarDe lo que estoy segura es que algún día coincidiremos en alguna parte y ese día... será único :) Un beso
Bueno, bueno, aquí otra neandertal que aunque lo parezca no sólo vive de libros y pasear, comer, beber son también mis verbos. Cualquier excusa y cualquier lugar, cuenta con ello ;)
EliminarPues que así sea ¡¡¡par diez!!! Grito al mundo que... NOS VEREMOS :) Besos
EliminarHola Mere, me ha encantado este corto de la librería, muy sugerente, porque además se pueden ir añadiendo historias a todos los personajes que ha creado Willis, me he divertido mucho !!!
ResponderEliminarVuelve a poner la librería otro día.............
Muchos besos.
Buena idea, Lidia. Entre todos podríamos hacer que entrara mucha gente y de lo más variada ¿verdad? A mirar libros y pasar la tarde en la mejor compañía :)
EliminarPues igual hacemos un Bloggosondeo ¿te acuerdas? Como el día del autobus!!! Cuenta con ello :) Besos
Que me apasiona ir de librerías es cosa hartoe sabida, que casi babeo al cruzar su umbral... Ahora sí, una vez dentro ni me entero de lo que pasa a mi alrededor, tan ensimismada estoy con lo mío que no sé ya si estoy sola o rodeada de gente...Podría estar una invasión vírica diezmando la humanidad y yo allí, jajaja tan pancha con mis libros.
ResponderEliminarBesines, Mere!
Tiene sentido, Carmen, los libros captan tu atención hasta el punto de abstraerte totalmente. Pero eso no quita para que entretanto alguien igual sí se fija en tí... ¡¡Ajah!! Eso es lo que no sabes ¿? Un beso
EliminarDesde la perspectiva del ojo electrónico, lo más atractivo, las tomas, los aromas, los libros y el entorno que generas en esta entrada...nada más lindo que decir "acción" saludos.
ResponderEliminarAsí es, Ricardo, ¡estamos rodando! Y eso lo convierte en un momento único, tomado prestado... La magia del celuloide capta instantes furtivos que se tornan mágicos. Un beso
EliminarRealmente llegar hasta tu blog, es olvidarse del resto del mundo, si, tal cual, porque es entrar en el tuyo, el que tan bien sabes crear y recrear de una forma tal que nos metes a todos en él y desearíamos no salir sino continuar, evidentemente ¿quién no querría entrar en la librería?
ResponderEliminarBesitos!
Ojalá pudiera poder coincidir con vosotros, mis amigos, en una sala llena de libros... sería estupendo. Pero sí que compartimos estas cuatro paredes ¡verdes! como nuestro rincón, este rincón de todos :)
EliminarGracias, FG, estás en tu casa. Besos
Mira que me considero observadora pero es que no te llego ni a la suela de los zapatos la proxima vez que vaya a una libreria de las grandecitas me acordare de ti, ah la canción me encanta tanto como la historia un beso.
ResponderEliminarAsí es, Rocío, los habituales en las librerías suelen ser gente de lo más curiosa :)
Eliminar* ¡Qué alegría me diste al mencionar la canción! ¿A qué va a resultar que eres muy observadora? Tanto o más que yo :)
Un beso
Qué idea más bonita! Lo cierto es que, en muchas ocasiones, echo un vistazo en las librerías, pero no a los libros sino a la gente. Intento ver en esas personas esa chispa especial que sólo tienen los lectores y que les permite soñar con abrir un libro por una página al azar. Algunos sueñan con viajar a Indonesia, otros con aprender a cocinar una genuina quiche lorraine y otros, conocer a su príncipe azul... Sin embargo, todos tienen algo en común: sueños, y quién sabe, a lo mejor a Cupido le apetece comprarse un buen libro :)
ResponderEliminarUn besito, Mere, gracias a animarnos a soñar... y a amar ^^
Sueños en papel, sueños en el aire... Y es que somos personitas que paseamos de aquí para allá nuestras ilusiones a flor de piel. Somos humanos, leamos o no leamos. Y eso nos marca por completo.
EliminarGracias, Irial. Sueña, ama... Vive. Besos